Queen of Greed | Jenlisa

Capítulo 7

Lisa's POV

HACE ONCE AÑOS

ㅡNo necesito una niñera.

ㅡNo es una niñera ㅡdijo pacientemente el profesor Ehrlichㅡ. Es una tutora. Una de las mejores, de hecho. Ha trabajado con múltiples estudiantes con dislexia...

ㅡYo tampoco necesito una tutora. ㅡLa idea que una sabelotodo me tratara con condescendencia cada semana me daba ganas de salirme de la piel. Había llegado hasta aquí sola, ¿no?

No tuve tutores mientras crecía y mis profesores habían sido mediocres en el mejor de los casos, destructivos en el peor. Sin embargo, aquí estaba, sentada en la oficina de un economista de alto nivel en la prestigiosa Universidad Thayer, a menos de un año de recibir mi doble licenciatura en economía y empresariales. Prácticamente ya podía saborear el dinero y la libertad.

El profesor Ehrlich suspiró. Estaba acostumbrado a mi testarudez, pero algo en su tono hizo que se me tensaran las tripas de malestar.

ㅡNecesitas una ㅡdijo con voz suaveㅡ. Literatura inglesa y composición es un requisito básico. Ya la suspendiste una vez, y sólo se ofrece en otoño. Si la suspendes otra vez este semestre, no te graduarás.

Se me aceleró el pulso, pero mantuve una expresión neutra.

ㅡNo fracasaré. He aprendido de mis errores.

Para empezar, no entendía por qué tenía que estudiar inglés. Me iba a dedicar a las finanzas, no a la maldita publicidad. Me iba muy bien en las clases de economía, y eso era lo que realmente importaba.

ㅡTal vez, pero prefiero no arriesgarme. ㅡEl profesor Ehrlich volvió a suspirarㅡ. Tienes una mente brillante, Lisa. Nunca he conocido a nadie con un don tan natural para los números, y llevo décadas enseñando. Pero el talento sólo te llevará hasta cierto punto. Un título de Thayer te abre puertas, pero para conseguirlo tienes que seguir las reglas del juego. ¿Quieres triunfar en Wall Street? Primero tienes que graduarte, y no puedes hacerlo si insistes en elegir tu orgullo antes que tu futuro.

Mis nudillos se pusieron blancos alrededor de los reposabrazos.

Quizás fuera el miedo a perder todo cuando estaba tan cerca de la meta, o quizás fuera porque el profesor Ehrlich era el único profesor que se había preocupado por mí.

Fuera lo que fuese, me obligó a tragarme mi desagrado visceral por su sugerencia y a ceder, al menos en parte, apretando los dientes.

ㅡDe acuerdo. Me reuniré con ella una vez ㅡdijeㅡ. Pero si no me gusta, no volveré a reunirme con ella.

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El lunes siguiente, me presenté en la biblioteca principal de Thayer, dispuesta a acabar de una vez con la reunión. Estaba casi vacía a estas alturas del semestre, así que no tardaría mucho en encontrar a mi tutora entre las estanterías.

El profesor Ehrlich nos había dado los datos de contacto de cada una y esa misma mañana me había dejado un mensaje de voz confirmando nuestra cita.

Estaré en el segundo piso con un vestido amarillo. Hasta pronto.

No sonaba tan chirriante como había temido. De hecho, su voz era extrañamente relajante. Rica y cremosa, con una suave calma que no estaría fuera de lugar en un estudio de yoga o en la consulta de un terapeuta.

Aun así, estaba predispuesta que no me cayera bien. Aparte del profesor Ehrlich, no tenía los mejores antecedentes con nadie en una posición docente.

Mis ojos se posaron en un destello de color cerca de la ventana. Vestido amarillo. Café y un libro de inglés azul.

Tenía que ser Jennie.