Capítulo 39

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Lisa's POV

El viernes por la noche no volví a casa. Dormí unas horas en la habitación que preparé cuando Jennie se marchó, ya que no soportaba dormir sola en nuestra cama, y me levanté antes del amanecer para terminar el papeleo. La mayor parte de mi equipo también se quedó en la oficina.

La compra de un banco era un gran negocio, no sólo para mí, sino para toda la empresa, y en el ambiente se respiraba un cóctel de nervios, excitación y tensión. Cualquier cosa podía salir mal antes del lunes; nuestro trabajo era asegurarnos que nada saliera mal.

El sábado por la tarde ya había olvidado la llamada de la noche anterior. Había mucha gente en contra de la compra, incluidos los directores de los otros bancos regionales. La quiebra de DBG les beneficiaría a largo plazo, y ninguno de ellos estaba por encima de la intimidación. Sin embargo, dudaba que alguno de ellos cumpliera la amenaza de asesinato.

ㅡYa casi hemos terminado. ㅡTaeyeon tenía ojeras. Detrás de ella, cajas de comida para llevar, tazas de café y montones de documentos llenaban la mesa de reunionesㅡ. Los contratos estarán listos para mañana a más tardar.

ㅡBien. ㅡMiré mi reloj. Tenía que salir pronto para llegar a tiempo a la gran inauguración de Jennieㅡ. Llámame sólo si es una emergencia. No quiero un solo mensaje a menos que alguien haya muerto o el edificio se esté incendiando.

La crisis del DBG nos había arrasado durante el peor fin de semana posible, pero yo haría que funcionara. Como dijo Taeyeon, estábamos en la recta final, y confiaba en mi equipo para mantener el fuerte hasta mañana. El resto de la noche giraba en torno a Jennie.

Taeyeon tomó mi orden con calma.

ㅡEntendido.

Me duché rápidamente y me cambié en el cuarto de baño de mi oficina. Dos minutos para bajar las escaleras. Treinta minutos para llegar a la inauguración, dependiendo de la intensidad del tráfico. El tiempo apremiaba: me había quedado más de lo debido para concretar una cláusula esencial del contrato, pero era factible.

Me apresuré a entrar en el ascensor y pulsé el botón del vestíbulo.

Cuarenta. Treinta y nueve. Treinta y ocho. El ascensor pasaba por cada planta con una lentitud insoportable. Por primera vez, lamenté haber situado mi oficina en la planta más alta de la sede de Manobal Capital. Se detuvo en el piso treinta. Las puertas se abrieron, pero no había nadie esperando al otro lado. En el piso veinticinco, lo mismo.

Volví a mirar el reloj. Mi margen para llegar a tiempo se estrechaba por segundos. Esperaba que los dioses del tráfico estuvieran de mi parte, o estaba jodida.

Me detuve de nuevo en el piso diecisiete.

ㅡ¡Por el amor de Dios! ㅡTenía que hablar con la dirección del edificio sobre estos malditos ascensores. Extendí la mano para pulsar el botón de cierre, pero un suave clic llamó mi atención.

El metal negro brillaba a pocos centímetros de mi cara, su cañón tan firme e inquebrantable como la mano que lo sostenía.

Unas ondas de choque me recorrieron el cuerpo. No. Quizás estaba delirando por la falta de sueño porque esto no tenía ningún puto sentido. Excepto que, de una manera perversa, lo tenía.

Debería haberlo sabido. El sabor cobrizo de la traición se agolpó en mi garganta cuando la mirada de Faye se encontró con la mía.

ㅡLo siento.

Su voz estaba cargada de sincero arrepentimiento, me miró a los ojos y apretó el gatillo.

Su voz estaba cargada de sincero arrepentimiento, me miró a los ojos y apretó el gatillo

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Queen of Greed | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora