Queen of Greed | Jenlisa

Capítulo 31

Jennie's POV

No sabía cómo había sucedido ni qué me había llevado a hacerlo. En un segundo, estaba viendo a Lisa alejarse. Al siguiente, mis manos estaban apretando su camisa, mi lengua se enredaba con la suya y mi mundo se había desdibujado en una neblina de calor y sensaciones.

El alcohol y una montaña rusa de emociones arrastraron mis inhibiciones más allá del punto de no retorno. En media hora, había experimentado toda una gama de emociones humanas -furia, conmoción, deseo- y mil matices intermedios y estaba cansada.

Estaba cansada de sentirme incómoda en mi propia piel. Cansada de entablar conversaciones triviales y preguntarme si le gustaba a la otra persona. Cansada de luchar contra la corriente cuando lo único que quería era hundirme en el olvido.

Así que por una noche, lo hice.

El gemido torturado de Lisa encendió en lo más profundo de mi ser y se extendió hacia fuera, encendiendo pequeños fuegos hasta que me consumió una lujuria que me hizo temblar las rodillas y me adormeció la mente.

No había tenido relaciones sexuales desde la noche antes que firmara los papeles de nuestro divorcio. Habían pasado casi tres meses, pero su confesión anterior, que Dalton había estado planeando llevarme a casa y acostarse conmigo, me hizo darme cuenta que no estaba preparada para estar con nadie excepto con ella. Al menos no así.

Tropecé hacia atrás, arrastrándola conmigo. Nuestras manos buscaron y tantearon hasta que por fin abrimos una puerta en el pasillo y entramos tambaleándonos para respirar un poco de intimidad.

Me agarró por la cintura mientras avanzábamos por la sala. Al tomar aire, vislumbré libros de cuero y vidrieras; debíamos de estar en la biblioteca.

La razón. Las palabras. Todo había desaparecido, dejando sólo la necesidad y el deseo.

Nada de lo que había entre nosotras era real, pero era toda la verdad que teníamos. Nuestro vínculo tiraba de mí, incluso cuando los pedazos de mi corazón se esforzaban por destrozarme.

Mis rodillas chocaron contra el respaldo de una tumbona de cuero. Lisa me empujó hacia atrás, su cuerpo cubrió el mío mientras me besaba con una intensidad que me hacía doblar los dedos de los pies. Ya estaba mojada por el primer contacto con sus labios, y su gemido torturado me hizo palpitar más fuerte entre las piernas.

ㅡNo tienes ni idea de lo que me haces, Jen. ㅡUnos dedos cálidos y fuertes se curvaron sobre mis caderasㅡ. Destruiría el mundo si eso te complaciera. Arruinaría a todo hombre que pensara que puede tenerte. ㅡ su aliento se deslizaba por mi mejilla, provocándome escalofríos.

En ese momento, estaba muy desesperada, necesitada y muy suya.

ㅡFóllame como si lo dijeras en serio, Lisa. ㅡFue una débil burla. Una flecha demasiado roma para dar en el centro, pero suficiente para conseguir lo que quería.

ㅡ¿Qué te hace pensar que no lo hago? ㅡFuego y furia encendieron sus ojos. 

ㅡNuestros papeles de divorcio. ㅡLas palabras se sentían amargas en mi lengua. La fealdad que había envenenado el pozo de nuestro amor siempre estaba ahí. Negligencia. Desatención. Complacencia. Apatía. Pero esta noche no sentí el vacío que había sentido tantas noches antes.

Su voz bajó hasta convertirse en un susurro mortal.

ㅡ¿Crees que no podría destrozar esos papeles? ¿Que la tinta en una página significa algo para mí?

ㅡLo único que te ha importado siempre es un contrato tras otro. ¿Por qué el nuestro iba a ser diferente?

Apretó la mandíbula y un gruñido la atravesó. No había nada más que decir. Esta noche se trataba de necesidad. Mi necesidad de ella. Mi necesidad de olvidar el futuro del que me había salvado y el pasado que me había destruido.