Capítulo 37: Cambiando destinos

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Mientras que se detenían para descansar de su carrera, Naruto sacó su varita, masculló un par de palabras y los shinobis que lo acompañaban pudieron ver una luz blanca hermosa comenzar a salir de ella. Era resplandeciente y transmitía una sensación de felicidad. La luz fue tomando forma de a poco y varios ojos se abrieron al ver un extraño zorro. Su extrañeza se debía a que era un zorro del tamaño de un perro y tenía una cola, sí, pero que al moverla, creaba una sensación como si tuviera más. Nueve, quizás.

-Ve a Cormac y dile esto: "Estaremos en las puertas del este dentro de veinte minutos, espérame allí."

El zorro formado de luz asintió y luego se dio media vuelta, para empezar correr a gran velocidad. Después Naruto embolsó su varita y se dio vuelta para mirar a sus compañeros de viaje.

-Oh~ Naruto-kun, tu magia nunca deja de sorprenderme ese zorro-chan era hermoso –exclamó Lee, con los ojos encendidos.

-Gracias –rió torpemente-. Eso es un Expecto Patronus, los magos lo usamos como medio de comunicación, o para otras cosas. –No tenía ganas de explicar ahora lo que era un Dementor.

-Ustedes los magos tienen formas muy raras para comunicarse y ni que decir transportarse –comentó Sakura, mientras se levantaba de su posición en el piso, donde se había sentado un rato para descansar.

-Tienes razón. –Se encogió de hombros. –Pero nos ha servido desde tiempos antiguos y para los magos es difícil evolucionar.

Después de su pequeña charla y descanso, retomaron camino nuevamente, logrando llegar a las puertas justo en el momento que Naruto le había mandando a decir a su novio. Cormac estaba allí, apoyando contra una pared y los brazos cruzados. Vestía una ropa muggle, que consistía en una camisa celeste con las mangas largas arremangadas y un pantalón negro ajustado, con un cinturón de cuerpo, con el escudo de la casa McLaggen como hebilla, mucho a su pesar, se había encariñado con las sandalias shinobi, ya que eran bastante cómodas. Lucía con estilo, porque ya que usaba ropa muggle, tampoco iba a lucir cualquier cosa.

Cuando vio a su novio acercarse, sonrió de lado y sus ojos brillaron un poco. Su relación podrá ser mirada con el ceño fruncido, él podrá ser detestado por ser arrogante, malcriado y sarcástico, pero no había duda para aquellos que lo conocían bien, que estaba profundamente enamorado de Naruto Black. De hecho, este amor venía desde hace mucho, tiempo, él estuvo enamorado en secreto de Naruto prácticamente desde su tercer año.

Naruto sonrió también y sus ojos azules viajaron por todo el cuerpo de Cormac, haciendo que ese simple vistazo encendiera la llama que sólo necesitaba ser avivada cada vez que lo veía. No había dudas para él tampoco, que el único capaz de encender su libido de esta forma sería siempre Cormac. Empujó un poco más sus piernas y llegó hasta su novio, saltando desde una rama alta, para caer justo enfrente suyo.

-"Ey allí, hermoso" –ronroneó, rodeando la cintura del otro con sus manos-. "¿Me extrañaste?"

-"Por supuesto que sí" –declaró Cormac, levantando sus brazos para ponerlos alrededor del cuello de Naruto-. "Me dejaste en la agradable compañía de Potter, rubio idiota. Ese chico es tan divertido como masticar un clavo."

El rubio rodó los ojos.

-"Harry tiene mucho en mente últimamente, no es su culpa si no quiere ser tu payaso para divertirte" –regañó, sabiendo que Harry todavía experimentaba secuelas mentales de la guerra.

-"Bien, bien, pero aún así, no me agrada estar separado de ti, recuerda que durante el último año estuvimos separados casi nueve meses."

-"Lo sé." –Suspiró y apoyó su frente contra la de su novio. –"Pero no hay nada que pueda hacer, lo siento."

Quiero ser padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora