Capítulo 18: Naruto a Hogwarts

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Naruto no era un niño muy feliz. Harry se iba pronto para Hogwarts y a él le quedarían pocos amigos con quien jugar. Seguro, Derrick, Camila y Ginny eran geniales, pero en la casa del tío Remus o la de Molly no le dejaban hacer todas las cosas que él hacía cuando jugaba con Haku o Harry, así que no era muy divertido. De hecho, lo único bueno de que Harry se fuera era que iba a tener a sus papás para él solito, pero desde que llegó su hermanita casi no le hacían mucho caso.

En total, Naruto estaba aburrido y un Naruto Black aburrido era un Naruto dañoso y peligroso.

-Hola, Claret.

Los ojos grises de su hermana se abrieron enormes cuando escuchó la voz de Naruto. Ella sonrió y comenzó a farfullar a la cabeza que asomaba sobre su cuna. Faltaban tres días para el primero de septiembre, así que Sev todavía estaba en casa, pero acababa de salir con su papá y Haku, para comprarle sus cosas necesarias para la escuela. A última hora, mucho al enojo de Snape.

Supuestamente, tío James debería estar allí para cuidar a los más pequeños, pero Zabuza-sensei había aparecido en la casa y su tío desapareció en la habitación de huésped. Naruto no era tonto y a pesar del hechizo de aislamiento que estaba en el cuarto, él sabía lo que estaban haciendo allí. Jiraiya-sensei (cuando no había padres cerca) les había dado clases especiales a Harry, Haku y él. Clases de educación sexual. Hasta les dio a leer una novela de su propia autoría. Era fea y Naruto no lo leyó, pero Harry sí estuvo muy interesado.

El rubio hizo muecas malvadas y cargó a su hermanita en sus brazos musculosos. Después de más de dos años de entrenar para ser ninja, a pesar de tener sólo diez, su cuerpo se estaba formando muy bien.

-¿Qué te parece si visitamos a la abuela, um? –Sonrió, mientras salía de la habitación-. Sé que papá y papi no te la han presentado, pero yo lo voy a hacer. Se lo prometí cuando ella me dijo dónde estaban guardadas algunas cosas de oro que puedo vender para tener dinero cuando vaya a Hogwarts.

Claret balbuceó y se acomodó mejor en los brazos de su hermano.

Una vez abajo, Naruto convocó a Kreacher y éste lo ayudó a quitar la protección que tenía el cuadro de su abuela y Walburga apareció minutos después. La mujer enarcó una ceja al ver al niño que terminó aceptando como su descendiente.

-Así que ella es la niña.

-¡Hai! Ella es Claret. –Sonrió, maniobrando la pequeña, para que su abuela pudiera verla mejor. –Se parece mucho a papá Sirius pero su piel pálida es definitivamente de papi Severus.

Walburga frunció la nariz.

-Luces feliz con su llegada –dijo fríamente-. Supongo que sabes que ella tiene una sangre más pura que la tuya, así que se puede quedar con todo lo que te pertenece. Inclusive tus padres –agregó malintencionada.

El labio inferior de Naruto tembló y después bajó su mirada, para clavar sus ojos azules en los grises de Claret.

-Papá Sirius ya me explicó eso –murmuró-. Él y Sev me dijeron que yo soy el primero, así que ella no va a quitar mi lugar en sus corazones. –Fulminó a la mujer con la mirada. –Y el dinero no me interesa.

-Eso dices ahora, pero espera hasta que tengas que irte a Hogwarts el año que viene y después dime qué clase de atención te dan tus padres. Mi hijo es un idiota que pierde rápidamente interés si tiene algo nuevo con qué jugar. En este caso, la bebé que tienes en tus manos te reemplazara.

El pequeño cuerpo de Naruto comenzó a temblar por el enojo y daño.

-¡Maldita arpía de mierda! –bramó Sirius, que había entrado a la casa, justo para escuchar lo último que siseó Walburga-. ¡¿Cómo te atreves a decirle eso a mi hijo?!

Quiero ser padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora