Epílogo

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*Años más tarde*

-¿Qué te pasa?

Naruto se acercó a su marido y le acarició la mejilla pálida con una de sus manos bronceadas y fuertes. Neji se dio vuelta para darle una mirada triste.

-¿Está bien que hagamos esto? –susurró-. Separar así a los gemelos... no hay buenos antecedentes de ello en mi familia. Lo sabes.

-Pero no vamos a separarlos, mi amor. Ahora van a ir a la Academia juntos y cuando llegue el momento, Cole irá a Hogwarts y será mago.

-Y Vincent se quedará aquí siendo un shinobi. –Negó con la cabeza, haciendo que sus largos cabellos castaños se movieran como la ceda alrededor suyo. –Tengo miedo que esto cree rencores entre ellos.

-Vincent sabe lo que haremos, mi amor. Lo hemos estado preparando para esto desde que nació. Siendo el gemelo mayor, él entiende. Y nunca sucederá lo que pasó entre tu tío y tu padre. Ellos simplemente no fueron criados así, con las "normas" de tu Clan.

Neji suspiró y se derrumbó en los brazos fuertes de su esposo para la ley mágica y shinobi. Naruto sonrió tristemente y le acarició la cabeza.

-¡Estamos listos! –llegó una voz animada desde arriba.

Luego se escuchó un estruendo de pasos suaves y un niño de cabellos rubios, con grandes ojos blancos del Byakugan, bajó corriendo, tanto como sus piernas cortas lo permitían, vistiendo unos pantaloncitos negros cortos y una chaqueta blanca. La voz que había sonado antes era de un hombre rubio-castaño, que venía cargando en sus brazos a otro niño idéntico al que acaba de bajar, sólo que el cabello de este niño era un poco más oscuro que el de su gemelo y vestía unos pantaloncillos azules y una chaqueta naranja.

-¿Cómo luzco? –preguntó el niño que había bajado primero, girándose para mostrarle su atuendo a sus padres.

-Hermoso –susurró Neji, agachándose para acariciarle las mejillas a su niño.

Cormac, aún en las escaleras, notó la cara melancólica de su amante, así que enarcó una ceja en dirección de su marido para la ley mágica. Naruto se encogió de hombros y le hizo una seña como que después le explicaría.

-Entonces, ¡¿están preparados para su primer día en la Academia? –rugió Naruto con una gran sonrisa.

-¡Sí! ¡Lo estamos! –chillaron ambos niños y Cole se retorció en los brazos de su papá Cormac, para hacer que este lo baje.

Una vez en el suelo, ambos niños se acercaron a su "madre" y agarraron una mano de Neji cada uno, antes de ir hacia la puerta, donde ya estaban sus mochilitas, con el almuerzo dentro. Cormac enroscó su brazo con uno de Naruto y comenzaron a caminar detrás del trío. Una vez que estuvieron en la calle, el uke comenzó a hablar.

-Así pues, ¿Qué le pasa?

-Ya sabes, siempre le preocupa que lo que pasó entre su padre y su tío pueda suceder con los gemelos. –Suspiró. –Esto hubiese sido más fácil si es que era uno solo.

-Pero tenemos dos y los amamos –murmuró Cormac, frunciendo el ceño.

-Ya sé. –Rodó los ojos. –Sólo estoy diciendo eso, no que no amo a nuestros hijos.

Cormac sonrió de lado y miró a los tres que caminaban delante de él.

-¿Qué hay de Harry y Sai?

-Dijeron que iban a tratar de venir, pero la pequeña Lily estaba un poco enferma, así que no sé. Sabes que le costó mucho a ambos para que Sai quede embarazado, así que cuando nació Lily se volvió la luz de los ojos de ambos y si apenas tose, están alrededor de ella como buitres –rió un poco, negando con la cabeza-. Pero Harry es padrino de Vincent, así que no creo que le falle en este día tan importante.

Quiero ser padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora