45 - Confianza

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—¿Te duele mucho? —le preguntó Finn mientras le revisaba la herida en la frente. Estaba casi oculta por su cabello rubio, en la parte superior. Del mismo lado que la pasada herida en la ceja, cuando cayó en la feria navideña.

Logan sonrió y negó.

—Ya no como cuando me pusieron los puntos, ni como ayer. Estaré bien.

Finn se pegó más a su cuerpo para abrazarlo. Estaban en la habitación de Finn, en la casa de su padre. Por fortuna todo estaba silencioso y tranquilo. Así que Logan no hacía más que mirarlo bajo esas largas pestañas que acentuaban el color chispeante de sus ojos.

—Finn, tenemos una hora.

—¿Por qué tienes que irte?

—Quedé de verme con Kyler y Eric.

—Tuviste clases en la mañana con ellos, yo solo puedo verte en las tardes. Además, ¿Kyler no está trabajando a esta hora?

—No. Renunció hace un par de días.

—¿Por qué?

—Ahora que Aris no estará ensayando todas las tardes, quiere pasar más tiempo con él. Y además, consiguió otro empleo que no requiere que vaya a diario.

—Yo también quiero pasar tiempo contigo.

—Me encanta que ahora ya no quieras soltarme, sigue así. Pero solo por hoy tenemos el tiempo en contra. Eric nos pidió que fuéramos, dijo que es importante.

—Okey, solo por eso está bien. Pero que conste que no estoy satisfecho.

Logan sonrió y se acercó para besarlo. Finn no llevaba sus anteojos puestos, así que podía contemplar a detalle esos ojos que cada vez parecían mirarlo con más profundidad.

—Finn, hay algo que quiero saber.

—¿Qué cosa?

—¿Desde cuándo puedes dibujarme?

—Ah. —Finn sonrió de lado, algo que provocaba que Logan deseara atrapar esa comisura levantada con sus labios—. Bueno, es gracioso, pero creo que siempre pude dibujarte.

—¿Qué?

—Es decir, creía que no, porque siempre hubo algo que me hacía sentir insatisfecho o bloqueado. Pero creo que se debía a que había algo en ti que capturaba mi atención, y me resistía a aceptarlo. Entonces me frustraba, y me bloqueaba. Pero cuanto más me permitía sentir esto por ti, más sencillo me resultaba terminar tus dibujos.

—¿Ya me habías dibujado antes del mural? —Logan volvió a sonreír de manera más amplia.

Finn se apartó un poco para girarse sobre la cama y alcanzar su mochila que había dejado en el suelo. Luego sacó una libreta desgastada que siempre cargaba consigo. Regresó a su lado y comenzó a hojear el cuaderno, dejando ver dibujos aleatorios de objetos, paisajes y personajes futuristas. Pero luego comenzaron los otros. En algunas hojas eran solo unas manos. En otras solo los ojos, o labios, como si hubiese practicado dibujarlo primero por partes. Y luego los dibujos se hicieron completos. Finn lo había dibujado varias veces. Primero con una expresión concentrada, tal vez como lo recordaba tocando el piano.

También vio un dibujo de él riendo, con detalles minuciosos y delicados en sus expresiones. El último dentro del cuaderno era Logan tocando el violín. Ninguno era de cuerpo entero, solo del torso hacia arriba, pero con detalles tan hermosos que Logan habría puesto el mismo gesto maravillado aunque fuese un extraño el retratado.

—Son bellísimos, Finn. Solo que estoy algo decepcionado.

—Ah, ¿sí?

—Sí. De verdad creí que me habrías dibujado desnudo ya para estas alturas, mira que tener el mejor paisaje del mundo y no plasmarlo.

Closer To YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora