Closer To You

32 - Moneda al aire

—¿Se van a casar? —preguntó Kyler, asombrado.

Aris terminó de secar un vaso con una toalla mientras asentía. Estaba sentado sobre la encimera de la cocina, junto a donde Kyler lavaba los platos. Habían cenado en el departamento de Kyler, pero aún estaba decidiendo si quedarse el resto de la noche o regresar a casa.

—Sí. Desayunamos juntos esta mañana, luego de que yo volviera de la casa de Will. Metias se lo propuso antes de que nos fuéramos a Mountains Park.

—Guau. —Kyler le extendió otro plato con el gesto pensativo. Aris lo tomó para comenzar a secarlo—. Metias me agrada. Es alguien amable.

—A mí también me agrada. Y soy muy feliz de que mi mamá sea feliz, pero, ¿sabes? También me gustaría que mi papá encuentre a alguien a quien quiera mucho. Que él también vuelva a rehacer su vida.

—Creo que tu papá está muy ocupado ahora como para darle prioridad a eso, ¿no crees?

—Sí, un poco. Oh, eso me recuerda. ¿Sabías que mi papá iba a usar el gimnasio para dar cursos de defensa personal a jóvenes de la pública?

Kyler terminó de lavar el plato que tenía en las manos y lo escurrió un poco antes de girarse hacia él. Sonreía de lado.

—Sí, me lo contó Eric. Emmett y Lee van a trabajar con él, son amigos de Eric. Buenos chicos. De hecho, hablé con tu papá respecto a eso.

—¿De qué? —Aris tomó el plato de Kyler y comenzó a secarlo. Era el último.

—Verás, se me ocurrió una idea y no sé cómo llevarla a cabo. Se trata del grupo de apoyo al que voy. No el de doble A. Me refiero al de jóvenes. Hay muchos chicos que no tienen ninguna actividad que los distraiga o los motive, y creí que sería una buena idea que hubiera talleres para ellos. Cuando estuve en Dymphna Garden teníamos canchas, y con los chicos solíamos jugar baloncesto o cosas por el estilo. Eso nos ayudaba mucho. Así que le conté mi idea a la doctora Davis, y a ella le pareció muy bien. El grupo al que llego está organizado por un colega de ella, pero estos últimos días ha trabajado con él para organizarlos. Quiere iniciar con dos talleres, uno de música y uno deportivo. Aún no tenemos nada concreto, pero luego de escuchar lo que tu papá quería hacer con el gimnasio... No sé, se me ocurrió la idea de que tal vez le gustaría ser parte de este proyecto también. ¿Qué opinas?

Aris dejó a un lado el plato y la toalla, extendió los brazos para llamar por un abrazo y sonrió de forma amplia.

—Opino que eres una persona increíble, Kyler Reed. Y apuesto que a mi papá le va gustar la idea. De verdad, estoy tan orgulloso de quién eres.

—Bueno, no digas eso aún. Todavía está en planes, es posible que no funcione y que solo existan las intenciones.

—Confío en que lo harán bien. Hay que mantenernos positivos.

Con una ligera sonrisa en los labios, Kyler se acercó para besarlo. Fue fugaz, pero su mirada se mantenía férrea a sus ojos.

—¿Te quedas hoy?

Aris hizo un gesto de estarlo pensando.

—No lo sé, no quiero que te desveles mucho. Mañana te cambian el turno en la cafetería, entras temprano.

—Bueno, podemos no desvelarnos. Prometo solo dormir a tu lado, sin otras intenciones.

—Eso dijimos la última vez, y no funcionó.

Kyler sonrió más grande.

—Okey, pero velo de esta forma. Ya es tarde, y mi auto se descompuso otra vez. No voy a dejar que te vayas caminando a tu casa.