Dentro del área

Capitulo 52: Enfrentando la verdad

Minho había hablado con Alby, y la tensión en el aire era palpable. Yo me encontraba en una esquina, observando desde lejos cómo Alby se acercaba a la sala de juntas. Minho, con su rostro serio, había sido el primero en percatarse de lo sucedido, y la noticia se había esparcido rápidamente. No pasó mucho tiempo antes de que Alby, el líder del Área, llamara a Gally para exigirle una explicación clara sobre las marcas en mi piel.

Vi cómo Gally se mantenía de pie, con los brazos cruzados, mirando al suelo, claramente incómodo por la situación. Sabía que no podía negarse a hablar con Alby, aunque su orgullo parecía luchar contra él. Sus ojos, normalmente desafiantes, ahora se veían apagados, y el silencio entre los dos era tan pesado que casi podía sentirlo en el aire.

" Gally", dijo Alby, su voz grave y autoritaria, " ven conmigo. Necesito que me des una explicación clara de lo que pasó."

Gally no dijo nada, solo asintió con una mirada furtiva hacia mí antes de seguir a Alby. Un nudo se formó en mi estómago al verlos salir de la sala, y sentí una oleada de ansiedad recorrerme. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Qué diría Gally? La idea de que él tuviera que dar una explicación me ponía nerviosa, no porque no confiara en él, sino porque temía que todo esto se convirtiera en algo mucho más grande.

Alby salió de la sala de juntas y, antes de irse, me miró por un momento. Sus ojos eran duros, como siempre, pero esta vez había una chispa de preocupación en ellos que no había notado antes. Me sentí pequeña bajo su mirada, y mi corazón comenzó a latir más rápido.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Gally y Alby desaparecieron por un instante, y luego escuché el sonido de pasos acercándose nuevamente. La puerta de la sala de juntas se abrió, y Gally regresó, esta vez acompañado por el chico que me había molestado la noche anterior.

El chico parecía nervioso, con la cabeza agachada, y Alby estaba justo detrás de ellos, observando la escena con atención. Gally, aunque serio, caminaba a mi lado sin decir una palabra, y yo sentí una mezcla de alivio y tensión. No sabía cómo todo esto iba a terminar, pero lo que sí sabía era que las cosas iban a cambiar.

Alby entró primero, seguido por el chico y luego Gally, quien cerró la puerta tras ellos con un golpe seco. La sala se llenó de una quietud que me heló el cuerpo. Mi corazón latía con fuerza mientras me preparaba para escuchar lo que iba a suceder a continuación.

"Gally, ¿puedes explicarme qué está pasando aquí?" dijo Alby con tono firme, mirando a Gally con una expresión que solo él podía tener: esa mezcla de respeto y autoridad que lo hacía intocable.

Gally se quedó en silencio por un momento, mirando al chico que aún parecía temblar de nervios. Yo sabía que la situación no era fácil, pero tampoco sabía cómo había llegado a este punto.

Finalmente, Gally habló, su voz grave y sincera.

"Este chico… la molestó la noche anterior. La tocó de manera inapropiada", dijo Gally, sin rodeos, mientras señalaba al chico con la cabeza. " Ella estaba sola, y no iba a dejar que eso quedara impune."

El chico tragó saliva y levantó la cabeza, aunque sus ojos evitaban los de Alby. Parecía nervioso, como si estuviera a punto de ser castigado, y la culpa en su rostro era evidente.

"Alby, esto no fue algo que simplemente pasó por casualidad", continuó Gally, su mirada fija en el líder. "Nadie en este lugar debe hacerle eso a nadie, y menos a ella. Yo no lo iba a permitir, y aquí estamos."

Alby observó a Gally por un largo rato, su expresión implacable. Yo no podía dejar de mirar al chico, esperando que dijera algo, pero él se mantenía callado, como si no tuviera defensa alguna.

Finalmente, Alby respiró hondo y miró al chico.

"¿Es cierto lo que Gally dice?" preguntó con calma, aunque su tono era serio.

El chico asintió rápidamente, sus ojos finalmente encontrándose con los de Alby. Sabía que el castigo por lo que había hecho no iba a ser leve, y su miedo era palpable.

"Sí", murmuró, su voz apenas audible. " Lo siento. Fue un error, pero no… no sabía cómo más acercarme a ella."

Alby lo miró fijamente por un momento y luego se volvió hacia Gally.

"Entonces, ¿qué propones? ¿Qué se hace ahora?" preguntó, claramente buscando una respuesta de su parte.

Gally no dudó ni un segundo.

"El chico debe ser apartado del Área", dijo Gally, su voz firme. " Nadie puede comportarse de esa manera sin enfrentar las consecuencias. Si no lo hacemos ahora, esto será un mensaje para todos de que podemos permitirnos traspasar límites."

Alby lo pensó un momento, luego miró al chico una vez más.

"¿Tienes algo más que decir?" preguntó, su tono aún más severo.

El chico, ya con la cabeza agachada, parecía completamente derrotado.

"No", respondió con un suspiro, resignado. " Solo quiero irme."

Alby asintió y dio un paso atrás, señalando la puerta.

"Entonces vete. Y recuerda que hay consecuencias para cada acción. Nadie en este lugar debe pensar que puede hacer lo que quiera sin tener que enfrentarse a las consecuencias."

El chico no dijo nada más, salió rápidamente de la sala y cerró la puerta tras de sí. El ambiente en la habitación quedó pesado, y yo sentí un alivio, aunque algo en mi interior seguía inquieto. Sabía que este tipo de situaciones no se resolvían tan fácilmente.

Alby miró a Gally y luego a mí. Su expresión era menos dura ahora, aunque aún había un dejo de preocupación en su rostro.

"Esto no es un juego", dijo Alby. " Pero lo manejaste bien, Gally."

Gally no respondió, solo asintió, y fue entonces cuando Alby se acercó a mí.

"¿Estás bien?" preguntó en voz baja.

Mi garganta se cerró por un momento, y no pude más que asentar con la cabeza. Aún me sentía vulnerable, pero sabía que había alguien que se aseguraría de que nunca estuviera sola en situaciones como esa.

Alby suspiró y finalmente rompió el silencio.

"Si algo más pasa, ven a verme. No quiero que este tipo de cosas se repitan. ¿Está claro?"

Asentí una vez más, y luego miré a Gally. Él estaba a mi lado, en silencio, pero podía ver que su mirada había cambiado. Ya no era solo protección. Ahora había algo más, algo más profundo que me hacía sentir segura, incluso en medio de todo este caos.