Chapter 42

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Jugando con fuego .

Aria Parker.

Respiro profundo. Cierro mis ojos concentrándome en la música de fondo, "Mañana será bonito" de Karol G. Es temprano, todos están dormidos así que decidí venir por mi cuenta. Estoy sola en la habitación con aparatos y espejos, sentada en una silla de ruedas aún con una venda en mi pierna. La recuperación ha tardado más de lo normal, podía haberme disparado en la otra pierna, pero los nervios no me dejaron pensar con claridad y decidí hacerlo en la que ya estaba herida, recibí muchos golpes sobre ella además de la bala lo cual empeoró mi condición.

Me cerco con la silla de ruedas, me pongo de pie con ayuda de mis manos y me sostengo de las barras, los primeros dos pasos estuvieron bien, veremos el resto. Una absurda idea me cruza otra vez, pero la sigo, me suelto de la barra y me mantengo de pie, firme por unos segundos para no perder el equilibrio y duele un poco, pero puedo soportarlo. Una gran sonrisa se forma en mis labios cuando comienzo a caminar sin ayuda, llego al final de la línea y me giro con lentitud para repetir el camino. Continúo caminando cuidadosamente y mi mundo da vueltas cuando alguien abre la puerta. ¡Van a matarme si me ven sola aquí!

Coloco mis manos sobre la barra nuevamente y me giro hacia el otro lado para que no puedan reconocerme. Christian se ha quedado esta noche al igual que Alex, ambos son unos dormilones así que no hay riesgo de que sea uno de ellos. Los guardias están fuera, les pedí que me dejaran un tiempo sola, que nada ocurría y fue en vano, prometieron no decir nada pero siguen custodiando fuera. Vuelvo a dejar la barra, los pasos son un poco más rápidos pero aún no son correctos, al llegar al final escucho unos aplausos y una alarma en mi cabeza despierta haciendo que tema lo peor.

¿Declan?

Mis ojos se abren a más no poder, nadie podría pasar esas puertas al no ser Alarick o el doctor y no creo que sea alguno de ellos.

- lo haces muy bien.

Pierdo el equilibrio, mis piernas se aflojan y caigo al suelo haciendo que mis nalgas se aplasten con el, me sobo un poco y me giro de inmediato hacia la puerta, el... no....

Mi garganta se seca, deja de llegar oxígeno a mi cerebro y otra vez mi pecho duele. Sus pasos hacen eco, ¡Estamos solos en estas cuatro paredes! y ¡siento que voy a morir en menos de cinco minutos!. Ese uniforme ¿Cómo pudo engañarlos así? Mis cejas se arrugan mientras se acerca lentamente, ¡Aún no puedo creerlo!

- ¿Cómo...

- ¿Te gustó mi sorpresa? - se inclina frente a mí.

Mis ojos se cristalizan al ver unos hoyuelos marcados en sus mejillas, sus ojos grises azulados brillan más que nunca, desprende un olor embriagante,¡Aún no puedo salir de la hipnosis!. No puedo respirar, no al ver lo que lleva puesto .

- ¿Uniforme? - pregunto apenas sin voz .

- no es lo mío - hace una mueca y extiende su mano.

La tomo aún pensando si es un sueño o alucinación. Me ayuda a ponerme en pie y dejo todo mi peso sobre una de mis piernas, ¡Debería descansar un poco!

- sigues vivo - paso saliva .

- lamento decepcionarte - las primeras lágrimas acarician mis mejillas .

¡Patética!

- ¿Cómo entraste? - señala el uniforme y pongo los ojos en blanco.

- te queda fatal .

Miento, parece un maldito Dios con el.

Tengo tantas preguntas y ahora mismo ninguna sale de mis labios.

Nunca Olvidarte✓[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora