Nunca Olvidarte✓[+18]

The Final Chapter.

Muerta en vida.

Aria Parker.

Prometo nunca olvidarte, la promesa que le hice al criminal retumba en mi cabeza una y otra vez. ¿Pensaba que podía olvidarlo? Eso es imposible, cada noche recuerdo la muerte de cada persona importante para mí, entre ellas están William y Julia, él se encargó de asesinarlos ¿Cómo se le ocurre que puedo olvidarlo?

Me deshago de las sábanas y me pongo de pie. Veo a Christian en la cama y sonrío. Es la primera noche que pasamos juntos, pero no ha pasado nada, solo nos abrazamos toda la noche.

Me doy un baño con agua tibia y cepillo mis dientes mientras imagino como será el día de hoy. Es la última vez que veré a Ian, estará esposado, esperando su sentencia mientras Jacob lo destruye y Christian y el resto observamos atentos.

Me cambio de ropa, todo de negro como si estuviese de luto. Jack quería ir, pero no, debe quedarse con los pequeños. Mamá irá, lo sé, no va a perderse el juicio de su hijo. Me coloco las gafas de sol oscuras y hago una coleta alta con mi cabello.

- ¿Estás lista? - asiento.

Salimos de casa y subimos al auto, observo por la ventana mientras escucho música e intento controlar el dolor de mi pecho ¿Qué sucede ahora? ¡Sabes que lo merece!. Aunque despertaba a cada minuto en la noche, me imagina que tan doloroso e insoportable sería este momento.

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Tomo asiento y juego con mis dedos. Mamá se sienta a mi lado y veo unas enormes ojeras bajo sus ojos a pesar de tenerlos rojos.

- ¿Cómo estás? - le pregunto sin verle a los ojos.

- acabo de reencontrarme con mi hijo y ahora tengo que verlo tras rejas ¿Cómo crees que estoy?

- sabes que debe pagar.

Todos nos quedamos en silencio cuando alguien entra a la sala de juicios y mi corazón se detiene al verlo. Camina lentamente con una sonrisa cínica en los labios y esos hoyuelos que me gustan tanto, con cada paso que da me corta la respiración.

- ¿Te sientes bien? - sus ojos se posan sobre mí.

- Aria, hija.

- necesito aire - mis ojos se cristalizan - no quiero estar aquí.

Me pongo de pie y un par de miradas caen sobre mí, pero mi madre sostiene mi brazo y me obliga a sentarme.

- no hagas esto - vuelvo a verlo.

Me siento peor que nunca en este momento, me siento inquieta, mis manos tiemblan y mi corazón late descontrolado como si quisiera hacer algo para detener todo.

Comienzan a hablar, dicen cada uno de los crímenes que cometió, esos que me sé de memoria. Mis oídos retumban y las lágrimas humedecen mis pestañas.

¿Culpa? Talvez me siento culpable ya que debería ser yo quién debe estar sentada ahí y no él. Él debería ser una buena persona, hijo de una humilde  familia pero no, está aquí dejándome sin aire y sin ideas. Mi cabeza duele y retumba deseando que deje de verlo y que salga de una maldita vez.

Bienvenida a la mejor empresa del país.

Te queda genial ese vestido.

¿Sabes? Talvez el villano si puede sentir apego sexual por la princesa.

Por las veces que gemiste mi nombre.

Deliciosa.

Infantil.