Nunca Olvidarte✓[+18]

Chapter 56

Corazón ciego.

Aria Parker.

- ¿Para qué hemos venido aquí? - me encojo de hombros.

- una persona me comparó con una mariposa una vez - mi verdadero padre -  quería estar rodeada de ellas - sonrío cuando una se posa en mi mano.

Admiro el color de cada una de ellas ¡Sus alas son hermosas! Al igual que aquel tatuaje que está en la piel del criminal.

¡No debería pensarlo, no estando con Christian!

Mis cejas se arrugan cuando veo algo acercarse a mí, un escalofríos me recorre al ver un par de patas caminando en mi dirección y hago una mueca cuando aplasto aquella araña peluda con mis tacones.

Mi garganta se seca cuando veo a alguien a través de cientos de personas, mis puños se cierran cuando lo veo inclinar su cabeza, luciendo su traje negro. Ian.

Corro en su dirección, Christian me llama pero no presto atención, continúo corriendo y apartando a cada persona del lugar. Saco el arma y disparo al techo haciendo que un vidrio estalle y las personas comienzan a apartarse hasta que llego al final del lugar.

¡Se ha ido!

- ¿Qué sucede?

- acabo de verlo - oculto el arma - se ha escapado.

- has hecho un desastre - arrugo mis cejas.

Me doy la vuelta y maldigo por dentro al ver un par de mariposas aplastadas en el suelo ¡Lo siento mucho!

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- tía Aria - el pequeño corre a mis brazos y lo tomo sin dudar.

Poco después viene la pequeñaja y me abraza haciendo que mi corazón se estruje de ternura.

- están muy guapos - dejo al pequeño en el suelo - Mía, ¿Te gustan las muñecas? - asiente con una gran sonrisa - te he traído una caja enorme con muñecas que va a encantarte.

- sí - comienza a saltar y gritar haciéndome sonreír.

- no me he olvidado de tí - acaricio la nariz de Adam - para tí he traído un camión enorme y carros de carrera ¿Quieres jugar?

- quiero jugar, quiero jugar.

Sonrío al ver sus rostros sonrientes y corren a abrir los sobres de los juguetes. Ayer preguntaban por sus padres y lloraban por las noches, al menos no les ha costado acostumbrarse a Jack y a nuestra familia.

- ¿Quieres café? - pregunta mi hermano.

- lo necesito mucho.

Tomo asiento frente a él y bebemos ese delicioso líquido oscuro mientras los pequeños juegan en el salón.

Por nuestra causa no tienen padres, todo por Alexander, Ian y yo. No puedo solo culpar a Alexander o Ian sabiendo que fui yo quién la forcé a hablar, por mi causa fue secuestrada y asesinada, por mi causa aquel hombre lleno de rabia y dolor fue a buscarme y fue asesinado al igual que ella dejando a dos pequeños sin padre. Esas son dos infancias jodidas, dos vidas pequeñas que han sido arruinadas por una causa, por un hombre que planeaba algo erróneo para todos.

- ¿Has visto a mamá? - niega.

- ni siquiera he intentado contactarla.

- debe estar devastada, ha perdido a su hijo.

- ha perdido a sus dos hijos, pero es solo por su culpa.

- talvez deberíamos entenderla, tuvo que dejar a un hijo y criar a una bastarda.