Nunca Olvidarte✓[+18]

Chapter 58

Nunca olvidarte.

Aria Parker.

- abran paso todos - grito - la princesa está llegando.

Comienzo a reír cuando los globos caen sobre nuestras cabezas y veo a la pequeña Mía sonriendo y saltando de alegría. Su pequeño vestido rosa y su cabello lacio suelto, la corona que formó Jack con flores y adornos la hace ver como toda una princesa.

- y aquí está el pastel.

Llegamos a la gran mesa de chucherías después de pasar la fila de niños que nos rodean.

- antes de soplar tienes que pedir un deseo - le recuerdo.

Sostengo su cabello para que no caiga sobre el pastel y cierra sus ojitos para apagar las velas.

- no puedes decirle a nadie que has pedido, así se cumplirá.

- da igual que lo diga - dice con voz dulce - no se va a cumplir.

- ¿Cómo que no? Cariño, siempre se cumplen - doblo mis piernas para verla - yo una vez pedí un auto y también una entrada al cine y me llegaron ambas.

- mamá no vendrá y tampoco papá -  mi corazón empieza a doler a medida que sus ojos se cristalizan.

- aquí está la abuela - llega mi madre y la toma en brazos para levantarla por los aires.

- ¿La escuchaste?

- el próximo cumpleaños pedirá algo diferente - coloca su mano sobre mi hombro - te lo aseguro.

- ven acá - la recibo otra vez - tío Jack y yo tenemos algo que decirte.

Mamá nos mira extraño a ambos y se encargan de cortar el pastel y entregarlo a los pequeños de la fiesta, se escucha música infantil y nos llevamos a Mía antes de romper la piñata.

- cielo - acaricio sus mejillas - ¿Ves lo que está allá arriba?

Alza su carita y ve el cielo arrugando sus ojos por la molesta luz.

- Ahí entre todas esas nubes están tus padres - me mira - no vendrán a darte regalos y tampoco pueden cumplir tu deseo pero siempre, siempre van a estar cuidándote - sonríe - van a sonreír al ver cómo crece su princesa y van a enfadarse también si golpeas a Castor otra vez - also mi dedo índice.

- lo siento mucho Castor - grita de inmediato y reímos.

El pequeño cachorro corre hacia ella y le da algunos lengüetazos haciéndola reír. Jack lleva una de sus manos a mi mejilla y acaricia lentamente sintiendo el mismo dolor que yo. La pequeña ha estado llorando el día de su cumpleaños y no podemos evitarlo, sus padres ya no están.

- vamos dentro, es hora de la piñata.

- sí, sí - toma mi mano.

- Feliz cumpleaños - mi cara cae al suelo.

- ¿Tú quién eres?

Mi pecho comienza a subir y bajar demasiado rápido y aún así no logro tomar el aire que necesito.

- lleva a la niña dentro.

- Tía, la piñata.

- ahora voy cariño - beso su mejilla - tía irá en un momento.

Jack se lleva a la pequeña Mía y llevo una mano a mi pecho cuando veo el rostro de aquel hombre, ¡Esto no puede estar pasando! ¡Él no puede estar aquí!

- ¿Me extrañaste?. Me parece que tendremos que trabajar juntos, otra vez.

- no pienso pasar ni un solo segundo cerca de tí, sal de mi casa y aléjate de mí familia, ahora - paso por su lado.