Chapter 47

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Un órgano.

Aria Parker.

Mi mente se nubla cuando tengo la dirección en un papel, mi corazón late más rápido de lo normal y mis dedos tiemblan son el trozo de papel. Salvar la vida de Alex indica volver a verlo.

- ¿Crees que sea correcto?

- es correcto si le salva la vida a Alex.

- ¿Sabes cuánto puedes perder con ello?

- estoy siendo su cómplice una vez más - río - pero no me importa.

- iré contigo.

- no - coloco mi mano sobre su hombro - debo ir yo sola.

- no voy a dejarte - asegura - es mejor si vamos los dos, no te hará daño, y mejor si ambos intentamos convencerle. Perderá mucho si solo te regala ese órgano así que ...

- está bien, solo no demoremos más.

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Nos revisan de pies a cabeza, registran nuestra ropa y el resto. Ambos entramos al lugar custodiados por varios fortachones y una luz se enciende al ver a alguien que conozco.

- hola - saludo.

- yo me encargo de ellos - le dice a los hombres - son bienvenidos.

Nos liberan y entramos acompañados de Casper, me hace algunas señales pero no dice ni una sola palabra. Es una iglesia, pero parece cualquier otra cosa menos eso. El lugar está iluminado por velas, no hay nadie en el interior solamente alguien en el fondo. Lleva un libro en sus manos, más conocido como la biblia; el hombre de ojos grises azulados ahora se burla de la religión.

Cada paso se hace más difícil, a pesar de la tensión por la salud de mi mejor amigo no puedo ignorar el resto de los sentimientos que me abruman. Muero de nervios, cada vez que me acerco a él siento que una parte de mí corazón se agrieta, y esta vez Christian no puede hacer nada.

- bienvenidos a nuestra casa - su voz sarcástica suena por todo el lugar.

- por favor - ruedo los ojos - no estamos para juegos Ian, es algo serio.

- ¿Entonces porqué has traído al payaso del circo?

Christian intenta acercarse pero lo detengo, logro que se mantenga en el lugar y yo en cambio camino a través de todos los asientos hasta llegar al criminal. Mi saliva se seca cuando se da la vuelta y queda frente a mí, otra vez sus ojos me castigan. Su ropa es casual, algo cómodo y elegante a la vez, su cabello bien peinado y su perfume se puede sentir desde la entrada. Sus hoyuelos no dejan sus mejillas, inclina su cabeza para verme y luego al hombre que está tras de mí.

- ¿Vienes para arrestarme? - inclina su cabeza.

- necesito que hagas algo por mí.

- que él salga - niego.

- ha venido conmigo.

- eso ya lo sé, y no hablaremos si él se queda.

- está bien - habla ojos verdes - esperaré fuera, si me necesitas estaré ahí.

- si me necesitas estaré ahí - repite Ian con tono de burla y lo veo mal.

Apenas Christian sale Ian baja los escalones y me pide que tome asiento, así lo hago. No dejo de jugar con mis dedos y de pasar saliva. Me siento inquieta, mi estómago revolotea pero mi corazón y mente saben que no es momento para esto.

- ¿Qué quieres?

- necesito algo de esos asuntos tuyos.

- mírame - presiono mis rodillas - siempre te lo he dicho.

Nunca Olvidarte✓[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora