Chapter 19

136 4 0
                                    

Preguntas sin respuestas.

Elizabeth Smith.

—Mierda — froto mi rostro.

Levanto las sábanas, busco en el armario, los gaveteros y en cada rincón de esta habitación.

—¿Porqué tanto alboroto?

—Mi boleto, mi pasaporte, mi identificación todo ha desaparecido — palidece.

—¿Cómo que ha desaparecido? ¿Se fue caminando o qué? — me ayuda a buscar.

—Recuerdo que lo dejé sobre esa maleta — señalo la maleta oscura — estoy segura, y ahora no está.

—estás en problemas.

—muchas gracias — lo miro mal — tengo que volver sí o sí, no puedo pasar ni un solo día más aquí.

—¿Cuál es el problema? Tampoco es tan malo.

—Alex, hay problemas en la agencia, Alarick me ha dejado quinientos mensajes y no ha parado de llamar, tengo que volver cuanto antes — comienzo a exhaltarme.

—no te preocupes ya aparecerá — continúa buscando a mi lado.

—Estoy arruinada.

🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️🦋🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️🕸️

—Lo tengo todo resuelto — suelta Larry con una sonrisa.

Mi cabeza duele, es como si estuviesen golpeándola una y otra vez con una roca.

—¿Qué hiciste?

—Te irás con Ian — muestra una sonrisa —Le expliqué tu problema y dijo que no había problema en que fueras en su jet privado ¿No es emocionante?

¡Claro! Despierto con la esperanza de no volver a tenerlo cerca en un par de horas y paf, tengo que subir al avión con él ¡Genial! Nada podría salir peor.

—muchas gracias — sonrío.

—Alex se encargará de tus maletas así que debes apresurarte, ellos saldrán primero — asiento — ya puedes llevarla — le habla a Casper y este asiente — nos vemos luego.

—Buenos días — mis ojos se abren a más no poder.

Lo miro asombrada y tardo en responder ¿Casper? ¿Es él? Debe ser otra persona, jamás me hablaría ni siquiera para saludar.

—Buenos días.

—El señor la está esperando — lo miro — sígame.

Camino a su lado, se mantiene en silencio y suspiro cuando estamos frente a las escaleras. Subo cada escalón hasta entrar en la hermosura que tiene como avión personal, todo es blanco y dorado, parece más bien un hogar. Tomo asiento y juego con las perlas de mis uñas, las hago sonar y miro por la ventanilla. El aire se vuelve pesado cuando entra un hombre de traje, postura recta, semblante serio, cabello bien peinado y una fragancia exquisita. Mi corazón da un vuelco cuando toma asiento frente a mí, no me mira, ni siquiera se molesta en saludar solo toma su celular y escribe algo.

El aire no pasa a mis pulmones, la vista me pesa y mi cabeza da vueltas con el hombre frente a mí. Pensé que me sentiría mucho mejor, que tendría seguridad al saber que no se acercaría. A partir de hoy somos solo jefe y secretaria, no es que antes hayamos sido algo más pero era diferente, ahora solo hablaremos sobre trabajo y veo que ha comenzado muy bien. Sin embargo yo no dejo de soltar babas con su figura, repito una y mil veces las imágenes de ayer, recuerdo cada detalle como si lo estuviese viviendo ahora mismo.

Nunca Olvidarte✓[+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora