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Portofino, Italia, 17 de Julio del 2024.
AUTUMN
Había dejado a Charles en la habitación luego de habernos bañado, él todavía tenía que cambiarse de ropa así que yo fui primero a la cocina buscando que comer. El olor conocido a chocolate caliente se hizo presente haciéndome suspirar, me sentía en una nube desde ayer. Me gustaba como me estaba sintiendo, era extraño para mí sentirme tan alegre y tranquila. No es que no me guste, es sólo que luego de tanto tiempo me había acostumbrado a otro tipo de vida. En el momento que salí una de las mucamas me detuvo, sostenía un tipo vestido de color rosado de tallas más pequeños que usaría yo.
—Hola señorita, Laurent, encontramos éste vestido en la habitación de huéspedes y pensamos en dárselo para que no lo olvide. —lo extendió, no reconoci el vestido y era un estilo que yo no usaría.
—No es mío. —mencioné sin quitar los ojos del vestido, sintiendo como una punzada aparecía en mi pecho.— Puede que sea de Alexandra, ¿ella venía aquí, no? Con Charles.
—Sí, puede ser. —contestó dudosa notablemente nerviosa.— Lo guardaremos, tal vez sea error y puede que sea de alguna de las novias de los demás Leclerc. —intentó arreglarlo y sonreí fingiendo creerle.
Ella se fue dejándome sola en el lugar sintiéndome mal, no quería hacer un drama porqué al final hoy era un día que Charles necesitaba apoyo pero no podía evitar sentirme triste. Cuando se acercó el monagesco preguntándome que pasaba fingí que todo estaba bien, intenté fingir lo mejor que pude en la mesa convenciendome que probablemente tenía razón la mucama y era de alguno de sus hermanos pero conocía bien ese estilo. Era igual al de Alex, no podía buscar en Internet porqué no tenía mi celular así que intenté distraer mi cabeza mientras él se fue a dormir.
Inevitablemente me dio curiosidad ir por el yate viendo las habitaciones buscando si había más cosas para saber de quien era, la ansiedad se empezó a mostrar en mi cuerpo sintiendo como se cerraba mi estómago. No quería exagerar porqué sabía que apenas hace poco habían terminado pero al mismo tiempo se siente horrible ver como hay cosas de ella aún estando en su lugar. No puedo reclamar, no pienso hacerlo pero no puedo evitar pensar en ella todo el tiempo. Me comparo muchas veces con ella, ¿se sentirá ella igual que yo? ¿se sintió así?
Alexandra es demasiado hermosa en muchas partes, tanto físicamente como con su personalidad. No puedo sentir algún tipo de rechazo porqué al final yo soy la que se "metió" en la relación de ellos, me siento tan culpable con ella y probablemente me caerá en karma en su momento. El haber encontrado ese vestido me hizo traer todas las inseguridades que había apagado desde que estábamos en Reino Unido, ahora aparecieron como un avalancha destruyendo todo rastro de tranquilidad que había mantenido por tan poco tiempo que pensé que iba a ser más tiempo.
Entré a una habitación que era la penúltima, empecé buscando en los cajones de la mesa de noche sin encontrar nada. Me dirigí a la cama con cuidado de no mover nada pero tampoco encontré algo, suspiré casi rindiendome cuando mis ojos cayeron en el baño. Caminé hacia el lugar decidida buscando algo terminando viendo que estaban unos aretes pequeños que pude reconocer de Alexandra. Los sostuve en mis manos tragando un poco, solté un suspiro intentando no torturarme con eso pero ¿Cómo no hacerlo? Ella era perfecta, mucho más hermosa que yo e inevitablemente me sentí inferior comparándome cada cosa que hacía ella.
