¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cocoaguirre estudió en mi colegio, y aunque solo la vi una o dos veces, su presencia dejó una impresión en mí. Al principio, no sabía cómo había llegado a saber que era la hermanita de Mariana Aguirrezabal. La conocía no sé por qué y, aunque no tenía una conexión cercana, sabía quién era. Era tal como la imaginaba: demasiado bonita y perfecta. Me parecía cuchi, una niñita que parecía haber sido creada por y para el mundo. Era todo lo que había querido y buscado; sentía que, de alguna manera, había existido en mi mente desde siempre, y ahora, finalmente, estaba ahí, frente a mí.
Sin embargo, la realidad era que Cocoaguirre se sentía inalcanzable. Era una niña del Andes, menor que yo y la hermana de alguien como Mariana Aguirrezabal. Creía que nunca podría acercarme a ella ni llegar a ser su amiga, especialmente por ser menor. Esta idea de que nunca podría tocarla ni tener la oportunidad de que ella pudiera ser mi novia era abrumadora. Así es como me sentí al saber que estudiaba con ella. Esa sensación de lejanía y de imposibilidad era tan fuerte que, poco a poco, creo que me olvidé de que existía.
Pasaron los años, y, aunque el tiempo avanzaba, no volví a pensar en Cocoaguirre.
Pero pasó el tiempo y así fue cómo conocí a Cocoaguirre:
Estaba en Madrid con mi primo Jorge Morrison, el chamo más popular. Estábamos en un restaurante cuando mencionó a Cocoaguirre. Después, en un apartamento cerca del centro Winkz que nos alquiló mi mamá a mí y a Francisco, mi hermano, en Madrid, busqué a Cocoaguirre en Twitter y la encontré; la stalkeé y descubrí que era real. Me fascinó todo lo que publicaba, incluyendo a su amiga Daniela Belloso, una morenita baja, bellísima, perfecta en todo sentido. Viendo sus publicaciones, supe que eso era real, lo que yo siempre había imaginado que existía. Vi las fotos de Cocoaguirre, Daniela y otras amigas como Carlota Huen, también morenita y no muy alta, pero bellísima. Carlota es full bonita.