Capítulo 12

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Salí y comencé a observar el cuarto, había algo extraño, no, no extraño sino diferente a la primera vez que lo vi, entonces lo noté, era la puerta, no estaba cerrada, solo estaba emparejada.

Con cierta inseguridad tomé el pomo de la puerta y la abrí, solo había un pasillo iba a salir cuando Christian apareció con una bolsa.

-Dejaste abierto -lo miré sorprendida, seguro se le había olvidado.

-Sí -dijo sin sorprenderse, yo lo miré con los ojos bien abiertos - ¿Por qué necesitaría cerrar la puerta sí eres mi novia? Estás aquí porque quieres, ya no estás atrapada, bueno más o menos.

- ¿Entonces ya no me quedaré todo el día en el baño?

-No, bueno sí me prometes no irte -me tomó de las manos -sí tú vas a confiar en mí ¿Por qué yo no lo haría?

En verdad me conmovió, ¡confiaba en mí! Se abrió completamente a mí, ya nada le importaba, tal como yo había hecho. Lo solté de las manos y lo abracé recargando mi cabeza en su hombro.

- ¿Dónde estuviste todo este tiempo? -Christian se rio.

-Probablemente aquí, perdiendo el tiempo.

-Y yo perdiendo el tiempo con Tyler.

-Oye hay que ver el lado positivo, sí no hubieras estado con él nunca te hubiera conocido.

-Eso es cierto.

-Ven, quiero ver si te gusta tu vestido.

- ¿Qué vestido? -dije mientras me separaba de él, Christian levantó la bolsa que llevaba en la mano.

Entramos al cuarto y me dio la bolsa, dentro encontré un hermoso vestido verde, corte princesa, con tirantes anchos y un listón en la cintura.

- ¿Te gusta? -preguntó Christian dudoso.

-Sí, es hermoso, gracias y además verde mi...

-Tu color favorito, no lo he olvidado.

- ¿Cómo es que consigues vestidos tan lindos?

-En realidad tengo ayuda, la dueña de la tienda es mi amiga y me dice cuales son bonitos.

-Ah una amiga -dije desilusionada, tal vez era grandes amigos y ella lo quería y... no puede ser estaba celosa de alguien que ni siquiera conocía.

-Oh, no, no es lo que estás pensando; era amiga de mi mamá, por eso la conozco, no tienes por qué estar celosa.

- ¿Qué? No estoy celosa -claro que lo estaba y eso estaba bastante mal; ¿cómo me había enamorado tan rápido? Esto no era buena señal -Estoy sorprendida, dijiste que no tenías amigos y solo hoy ya mencionaste a tres, el abogado, la de la tienda y Miguel.

-Bueno si, pero dos de ellos solo lo son porque eran amigos de mis padres, no cuentan ¿o sí?

-Claro que cuentan.

-Bueno entonces tengo tres amigos y una novia celosa de una mujer de cincuenta años.

-No estoy celosa.

-Claro que no, ya no, porque te explique que tiene cincuenta años, pero cuando no lo supiste estabas celosa.

-No, no es cierto.

-Kari lo vi en tus ojos y está bien eso solo quiere decir una cosa.

- ¿Qué?

-Que me quieres tanto como yo a ti.

-En eso no puedo contradecirte porque si te quiero y pienso que no es lo más sensato que he hecho -él se rio.

-Lo mismo pensaba yo cuando te secuestré y mira donde estoy ahora -se acercó a mí abrazándome por detrás y puso sus labios junto a mi oreja -ponte el vestido y después te daré un recorrido por la casa.

Mi secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora