Capítulo 31

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Las cosas ya no podían salir mal, Tyler estaba en la cárcel al igual que papá, y Christian podría estar conmigo. Sí, eso pensé cuando iba camino a casa, en el carro de Evan, no obstante al llegar descubrí que la frase "las cosas ya no pueden salir peor" no encajaba en mi vida.

Cuando el auto de Evan se detuvo frente a mi casa mamá salió con cara muy, muy, muy enojada de la casa.

- ¡¿Por qué te la llevaste así, Evan?! -Le gritó mamá - ¡¿Qué no te das cuenta de que hace seis días estaba secuestrada?! ¡¿Qué crees que pensé cuando no la encontré en su cama está mañana?!

-Lo siento, mamá, te habría dicho a donde fuimos pero no me habrías dejado llevármela.

- ¡Claro que no te habría dejado! ¡No tenía por qué verle la cara a ese criminal! ¡Y gracias a Dios ya no la veré más!

Mamá me iba a encerrar en la casa con un psicólogo sino convencía a alguien más de que Christian no era malo, si le explicaba a Sara lo lindo y romántico que era Christian, me defendería, Sara era una romántica, si lograba hacer que me escuchara comprendería todo. Salí del auto y corrí a la casa buscando a Sara mientras mamá seguía gritándole a Evan, en cierto modo lo entendía, hace unos días había estado secuestrada, al haber entrado en mi cuarto y no verme, debió darle un ataque.

Corrí por toda la casa buscando a Sara pero no la encontré, al final cuando entré por segunda vez a su cuarto me percaté de que sus cosas no estaban, solo podía significar algo. Sara se había marchado.

Oí que mamá dio un portazo en la entrada principal, así que fui hacia allá.

- ¡Karissa! -Gritó mamá.

-Sara se fue ¿Por qué? ¿Cuándo? -su furia pareció evaporarse un poco.

-Se fue esta mañana después de que Evan llamara y dijera que te había llevado a la sentencia, antes de irse me dijo que te dijera que la llamaras cuando recuperaras la cordura -yo suspiré, mi pequeña esperanza de convencerla se había esfumado.

- ¿Cómo se te ocurrió irte así? -dijo mamá ya sin ningún rastro de ira.

-Lo siento mamá pero tenía que ir, tenía que estar ahí.

- ¿Cómo pudiste ir de nuevo a ver a ese criminal? No entiendo como lo defendiste.

-Él no es malo mamá, no lo conoces.

- ¿Y tú sí?

-Más que tú, sí.

-Fueron once días Karissa, once días en los que realmente no sabías todo lo que hacía, tú estabas encerrada.

-A Tyler lo veía todos los días y eso no impidió que me diera cuenta de que realmente no me quería.

-Ay Karissa -murmuró -Bueno, ¿quieres desayunar?

-Desayuné con Evan pero si quieres te hago compañía -realmente no me apetecía estar ahí viendo su cara de desilusión pero no quería dejarla sola.

Nos sentamos a la mesa, mamá se preparó un café y abrió unas galletas, yo mientras tanto estuve jugando con mi celular.

-El último del mes podremos ir a visitar a tu papá a la cárcel ¿vas a querer ir? -dijo después de un buen rato de silencio.

-Sí, no tuve realmente la oportunidad de hablar con él, no como hubiera querido.

-Sí, yo tampoco, no entiendo cómo pudo llegar a tanto y solo por obtener más dinero.

-Creo que no se dio cuenta que podíamos ser felices sin tanto dinero.

-Jamás lo creí capaz de llegar a tanto.

Mi secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora