Christian me rodeo con sus brazos y sobó mi espalda tratando de tranquilizarme.
-Tranquila Kari -me dijo apretándome contra él -lo siento Kari, lo lamento tanto, esto es mi culpa.
-Christian ¿qué pasó? -oí decir a Evan.
-Su amiga Sara vino y la regaño y ofendió por estar conmigo luego salió corriendo.
-Oh, íbamos a llamarles para decirles que habíamos terminado antes de comprar lo que necesitábamos ¿nos vamos? -yo asentí alejándome un poco de Christian.
-Vámonos -dije mientras Dora me pasaba papel para limpiarme las lágrimas.
Christian y yo nos quedamos atrás mientras avanzábamos hacia el estacionamiento.
-Esto no fue tu culpa -le dije.
-Pero si no te haya secuestrado...
-Sí no lo hayas hecho no nos hubiéramos conocido, no digas más eso por favor -cerré los ojos por un instante y una lágrima más salió de mis ojos, traté de limpiarla antes de que Christian la viera sin embargo me detuvo y la limpió dulcemente con sus dedos, lo miré a los ojos, a esos hermosos ojos cafés que me encantaron desde que lo conocí, él se acercó y me dio un beso justo donde había limpiado mi lágrima, luego acercó su boca a mi oído.
-Eres muy lista, mucho más que yo -su aliento me hizo cosquillas en la piel y solté un leve suspiro.
Christian se rió y me abrazó, luego seguimos caminando hacia el auto de Evan sin decir nada más, nuestro silencio nos reconfortaba a ambos, no hacía falta decir más porque sabíamos por lo que estaba pasando él otro.
Nos metimos al auto y al recordar todo lo que Sara había dicho casi me hecho de nuevo a llorar, no obstante no lo hice porque Christian me rodeo con sus brazos y me hizo olvidarme de todo cuanto había pasado; Evan le preguntó algo a Dora y aproveché la distracción para hablar con Christian.
-Tenías razón -le susurré -un abrazo cura más que cualquier medicina, él bajó la cabeza y me beso la mejilla.
Llegamos a casa y Evan se sentó y se puso a ver la tele junto con Dora, yo tomé a Christian y lo llevé a la cocina.
- ¿Estás bien Kari?
-Sí, es que yo pensaba que tan siquiera haría el intento de conocerte.
-No la fuerces a hacer lo que no quiere Kari, tarde o temprano todos se darán cuenta que no quiero hacerte daño.
-Espero eso sea pronto.
-Kari para ellos es difícil aceptarlo, quizás creían que ya te habían perdido.
-Sí, tal vez deba... -suspiré.
-Darle tiempo, solo eso, es tu amiga y pronto entenderá que estas bien.
-No soporto que te llamen criminal o cosas peores -dije abrazándolo, el me abrazó también pero se rió.
-No te preocupes por cómo me llaman Kari, tú sabes que no soy eso y con eso me basta, no te preocupes por esas tonterías cocodrilito -me dijo dulcemente y me besó la frente, levanté la vista para mirarlo a los ojos y sonreí.
Vi un brillo de satisfacción en sus ojos después de verme sonreír, como un niño cumple con algún logro, Christian a diario cumplía su meta, hacerme sonreír, incluso en días como hoy que parecían nublarse para nunca dejar salir el sol de nuevo, él los alegraba.
Lo besé dulce y lentamente, él me siguió sin embargo comenzó a besarme con más desesperación, abrí mi boca para dejar que su lengua pasara y jugara con la mía, gemí con los suaves roses de su lengua en la mía y sus dedos recorrían el borde de mi blusa tocando mis costados, él bebía de mis gemidos al estar besándome; retrocedimos unos pasos y de no ser porque dimos contra la pared probablemente hubiéramos acabado en el suelo, Christian me apretó contra la pared y dejó mis labios besando desde mi mandíbula hasta mi oreja.
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Mi secuestro
Teen Fiction¿Qué pasaría si te secuestran? ¿Si la persona a la que más amas y creías que te amaba te traiciona por dinero? ¿Si estás alejada de tu familia sin saber por qué? sin poder salir, sin embargo no te hacen daño, al contrario, te alimentan, te ayudan, ¿...