Capítulo 36

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Cuando Christian me miró con una sonrisa supe que todo iba bien.

-Siéntate Karissa -dijo mamá aunque ella no lo hizo.

Christian se hizo a un lado para dejarme espació a su lado y yo me senté.

-Karissa, Christian me contó todo lo que pasó cuando estuviste en su casa... -sentí alivio de escucharla llamarlo Christian y no "ese" o "él" -...y por qué hizo todo, parece un buen chico, sin embargo sigo sin confiar en él, por eso los dejaré estar juntos pero tendrán que verse aquí, si pasan tiempo juntos será aquí, bajo mi supervisión y no quedarán de verse en otro lugar o el trato se termina.

-Sí, ¿pero después de un tiempo nos dejarás salir? ¿Verdad?

-Quizás, ya veremos. Ah y no quiero a Evan abogando por ti.

-Yo no le dije que hiciera nada.

-Ajá... y más te vale respetarla -dijo mirando a Christian, luego me miró a mí -porque no quieren saber que haré si los encuentro haciendo algo.

-Si ¿algo más? -quería desviar su atención del tema.

-Sí, lo dejo quedarse a comer si prepara lasaña -Christian rio.

-Hecho -le respondió.

- ¿Es todo? -mamá asintió.

-Voy a tender mi cama -dijo mamá subiendo las escalera, una excusa un tanto tonta para dejarnos solos ya que eso era la primera cosa que hacía mamá al levantarse.

Mamá subió las escaleras y yo me abalancé sobre Christian dándole un fuerte abrazo, él me levantó por la cintura y me colocó por su regazo sin ningún problema.

-Te extrañe tanto -le dije mientras apoyaba mi cabeza en su pecho.

-Igual yo -me alejé para mirarlo - ¿quieres desayunar?

-Si -él miró mi cabello y luego me quitó un trozo de pasto.

-Es... ¿pasto?

-Sí, ven, comamos acá -me levanté tomándolo de la mano y lo jalé a través del comedor y cocina hasta llegar al patio.

-Qué bonito patio ¿picnic? -no dije nada y me senté en el pasto.

Christian me siguió sentándose a mi lado, dejó el tazón con las enchiladas a su lado, se giró y me empujó para tirarme al pasto, él se recostó junto a mí mirándome a los ojos.

-Nunca he podido saludarte como quisiera.

- ¿Ah, no? -Me reí y él asintió - ¿y cómo sería eso?

-Mmmm... quizás primero te tomaría de la cintura, así -dijo mientras con su mano libre me tomaba de la cintura y parte del abdomen provocándome un lindo cosquilleo en toda la zona, me reí y él me sonrió -luego tal vez... -susurró en mi oído pero se detuvo para besarme justo debajo de la oreja, yo suspiré -tal vez...

- ¿Tal vez...? -comenzó a besarme el cuello y ya no fui capaz de hablar.

Sus besos siguieron hasta que llegó a mi mandíbula, entonces lo tomé del hombro y lo acerqué a mí, pero la única mano con la que se detenía falló y cayó sobre mí todo su peso, aunque no me importó, se sentía maravilloso tenerlo ahí, sobre mí; giré mi rostro hacia él y nuestros labios se rozaron, entonces lo besé, él me siguió abriendo mis labios con los suyos, introdujo su lengua en mi boca explorando ansiosamente todo con lo que se encontraba. Christian colocó su mano en mi espalda y me levantó sin romper el beso, rodeé su cuello con mis manos para acariciar su pelo y él se alejó un poco.

-Tu mamá... -dijo jadeante.

-No hacemos nada malo -dije volviendo a besarlo y él me devolvió el beso mucho más ansioso que yo.

Mi secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora