- ¿Quieres? -dije levantando el vaso e haciéndome la inocente de no haber escuchado nada, mamá puso mala cara, incluso me daba miedo.
- ¿Mamá de que estás hablando? -le dijo Evan, al parecer había superado el shock de la sorpresa.
-Sara me llamó y me dijo que cómo la dejaba estar sola con él.
-Mamá no estaban solos nosotros estábamos a escasos metros de ellos comprando un agua, ellos se sentaron en una banca a esperarnos y en eso llegó ella -mamá lo miró aún enojada pero ahora parecía un poco confusa - ¿y también te contó todo lo que le gritó en medio de toda la gente que los miraba? ¿Y cómo la dejó ahí llorando?
- ¿Le gritó? -mamá pareció perder el enojo para convertirlo en confusión.
-Sí, la regañó, la insultó, sino me crees pregúntale a él, él fue quien la defendió y la consoló.
Mamá miró a Christian que estaba parado junto a mí hecho piedra, miré sus ojos estaba muy asustado, él pensaba que mi mamá quería echarlo de la casa, estaba tan asustado y sorprendido que ni siquiera parpadeaba.
-Mamá -la llamó Evan -solo te estábamos esperando para no dejarlos solos, ya nos vamos, adiós -dijo cortante.
Dora tomó en brazos a mi sobrina, ambos se pusieron de pie y salieron, Evan parecía realmente dolido de que mamá no le creyera.
-Espero confíes en mí -susurró antes de cerrar la puerta.
Volteé a ver a Christian y de inmediato dejé los vasos en una pequeña mesa que estaba a los pies de la escalera, lo miré muy asustada, no se movía en absoluto, perecía una estatua y sinceramente estaba tratando de convencerme de que estaba respirando.
- ¡Christian! ¡Christian! -lo tomé de los hombros y lo sacudí, cuando vi que parpadeó suspiré aliviada, le quité los vasos de las manos y los puse en la mesa -Christian, Dios... -dije abrazándolo y sintiendo que una lágrima me recorría la mejilla.
Aunque me abrazó cuando alejé mi cabeza de su hombro vi que no quitaba la vista de mi mamá, entonces me giré y la miré, también parecía asustada.
- ¿Estás bien? -le preguntó a Christian, mostrando por fin un poco de piedad hacía él.
-Sí, sí, lo siento -dijo mirándonos a ambas.
-Christian deberías sentarte, estás muy pálido -mamá tenía razón, parecía una hoja de papel en blanco, lo tomé de la mano y lo jalé hacía el sillón para sentarnos.
- ¿Quieres algo? -le preguntó mamá que realmente parecía preocupada por él.
-No, no, gracias señora, estoy bien -cuando lo oí hablar con su habitual tono de voz respetuoso supe que estaba mejor.
- ¿Seguro estás bien? -preguntó mamá de nuevo.
-Sí, sí, gracias.
- ¿Qué pasó con Sara? -me preguntó mamá.
-Me había dicho que trataría de conocerlo, pero llegó y comenzó a gritarme, luego salió corriendo, no sé lo que pasó.
-Lo siento linda, quizás sea mejor que yo la llamé y le expliqué todo -asentí y ella tomó su bolsa -voy a guardar esto.
Subió las escaleras y luego me giré hacia Christian que parecía estar más relajado.
-Christian, Dios, ¿qué te pasó? Me asustaste bastante
-Lo lamento, no quise asustarte, es que yo pensé que me correría y... y... quedé en shock... lo siento -dijo triste y agachando la cabeza. Me hinqué en el sillón colocando las rodillas a cada lado de sus piernas, acaricié su mejilla hasta llegar a su barbilla y levanté su rostro.
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Mi secuestro
Teen Fiction¿Qué pasaría si te secuestran? ¿Si la persona a la que más amas y creías que te amaba te traiciona por dinero? ¿Si estás alejada de tu familia sin saber por qué? sin poder salir, sin embargo no te hacen daño, al contrario, te alimentan, te ayudan, ¿...