Capítulo 35

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Cerré la puerta de mi cuarto y llamé a Christian.

- ¿Qué pasa Kari? -dijo alegre aunque con voz cansada.

- ¿Estás bien? Te escuchas cansado -él suspiró.

-Tuve que ir a la oficina para ver cómo habían quedado los audios en el videojuego pero como habían llamado desde el otro día y yo no contestaba todos comenzaron a interrogarme, les tuve que contar la verdad y me están volviendo loco, quisiera estar en casa contigo.

- ¡Tengo buenas noticias! -escuché murmullos en el fondo.

-Miguel podrías esperar, estoy hablando por teléfono... lo siento Kari este tonto no me dejó escucharte ¿qué dijiste?

-Qué tengo buenas noticias.

- ¿En serio? ¿Qué pasó?

-Le conté a Evan lo que pasó y vino a hablar con mamá, la convenció de que estuvo mal lo que te dijo y de que te escuchara, me dijo me dijo que está dispuesta a escucharte y disculparse.

-No hace falta que se disculpe, con que me escuche me basta.

-Si hace falta, no debió decirte eso... bueno total, dijo que vinieras a mi casa a las diez, que fueras puntual sino ya no habría otra oportunidad, si no estás aquí a las diez se acabó, no me dejará estar contigo jamás.

-Ok puntual en tu casa a las diez, mañana.

-Ah y dijo que ibas a hablar con ella que no nos quería ver juntos o te correría.

- ¿Ni saludo?

-Será mejor no tentar al destino.

-Ok.

-Christian... será mejor que prepares algo que de verdad la convenza, no está dispuesta a escuchar a nadie más después de esto, sea como sea será definitivo, y si dice que no, no podremos volver a estar juntos, no me dejara volver a verte nunca.

-No, no, tranquila sé perfectamente que voy a decir, estoy seguro de que después de escucharme me dejará estar contigo, te lo prometo.

-Por cierto, después tendremos que agradecerle a Evan.

-Si claro.

- ¿Christian de verdad estás bien?

-Si Kari, ya te dije que tú eres como medicina para mí.

- ¿Seguro?

-Claro, solo con haber estado junto a ti estuve bien, de hecho si estuvieras conmigo en este instante estos tontos no me sacarían de quicio -me reí -tu risa es tan linda.

-Quiero ir contigo.

-Pronto Kari, solo un día más -de pronto mamá abrió la puerta de mi cuarto.

-Ya deja eso, vamos a comer -me dijo mamá y salió del cuarto.

-Christian mamá me dijo que ya colgara para comer -dije suspirando.

-Obedécela, nunca sabes por cuanto tiempo la tendrás -esperó un poco en silenció y luego agregó -hasta pronto Kari, te amo.

-Te amo, bye.

Colgué el teléfono y bajé al comedor, mamá tenía servidos dos platos con hamburguesas y papas.

-Evan no quiso interrumpirte para despedirse -dijo mamá.

-Mamá... Evan dijo que a él no lo dejaban ver a Dora -comenté.

-Sí, una vez llegó empapado a casa, dijo que su padre lo había mojado hasta que se fue, al final el hombre admiró su persistencia y le dio una oportunidad.

Mi secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora