Capítulo 48

1.4K 78 3
                                    


Eran las cinco en punto cuando me metí a bañar, salí y me puse mi vestido, era rojo, solo tenía una manga que me llegaba hasta el codo, en el cuello tenía unas flores rojas y la faldilla eran tres gruesos holanes, la verdad no solía ponerme este vestido porque mamá decía que estaba muy corto pero solo estaba un poco más arriba de lo que solía usar, busqué zapatos que para mi desgracia los únicos que tenía rojos eran unos de tacón, busqué como loca por todo mi armario y al final terminé por rendirme.

No solía maquillarme más allá de un brillo en los labios pero no estaba segura de con que me encontraría, además era una fiesta, debía lucir bien (claro que no era que quisiera impresionar a Christian, ni nada de eso); me puse labial, me pinté las pestañas y puse un poco de sombra en mis parpados que combinaba con el vestido.

Me peiné una cola de lado y me hice unos roles en las puntas del cabello, me puse perfume, tomé mi celular y bajé a la sala para esperar a Christian aunque aún faltara media hora para las seis.

Mamá salió del comedor y se me quedó viendo sorprendida.

-Karissa te vez tan linda -le sonreí y luego ella me miró más seria -aún eres pequeña, no cometas ninguna locura.

-Mamá es una fiesta de su trabajo, no una fiesta de adolescentes que se deshicieron de sus padres.

—No me refería a la fiesta.

- ¡Mamá! No voy a hacer nada malo.

-Ayer te encontré dos veces sobre él -al instante sentí que me ponía roja.

- ¡Mamá! No hacíamos nada malo -me defendí.

-Mmmmm... solo digo que no hagas una locura, no te estoy diciendo que ya hayas hecho algo, Ah y ya llamé a Sara y le expliqué las cosas, no confía mucho pero creo que con el tiempo lo comprenderá -agradecí que cambiara el tema.

-Eso espero.

Cuando faltaban diez a las seis Christian tocó el timbre, mamá fue quien abrió la puerta.

-Hola señora... -le comenzó a decir a mamá pero casi inmediatamente desvió su mirada hacia mí y se quedó sin palabras.

Él venía vestido con un pantalón negro y una camisa de un ligero tono de verde, la verdad se veía muy guapo y atractivo, no sabía quién estaba más sorprendido de ver el aspecto del otro pero yo estaba segura de que si no dejaba de mirarlo comenzaría a babear.

-Hola Christian le respondió mamá aunque él no pareció ponerle mucha atención.

-Wow estás realmente preciosa Kari -dijo y parpadeo varias veces como si creyera que era un sueño, yo me reí y lo tomé de la mano.

-Gracias, tú también estás muy guapo, ¿nos vamos? -él me sonrió y asistió.

-Ten cuidado y recuerda a las nueve aquí -me dijo mamá.

-Si mamá.

-Adiós.

-Adiós -dijimos ambos y salimos hacia el carro de Christian.

-Te ves espectacular Kari -dijo mientras me abría la puerta.

-Aún sigue ahí -le dije refiriéndome a mamá que estaba parada en la puerta de mi casa, al ver que ambos sentíamos la necesidad de besarnos.

-Más tarde será -dijo consiente de a lo que me había referido.

Nos subimos al auto y salimos de mi calle rápidamente.

-Creo que mi mamá no creía que fuéramos a ir a la fiesta.

- ¿Por qué?

-Creo que pensaba que íbamos a tu casa.

Mi secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora