Después del concierto, la emoción seguía en el aire mientras nos dirigíamos al after en Lou Lou, un antro exclusivo de Guadalajara. Fernanda y Sebastián iban súper emocionados, comentando lo increíble que había sido todo, pero yo estaba un poco inquieta. Las luces del celular no habían parado de iluminarme durante el concierto; sabía que más de un fan había grabado el momento en que Tito me había dado las flores... y el beso.
Nicole: "Fer, ¿y si esos videos llegan a mis hermanos? Tú sabes cómo son Carlos y Pedro..."
—Fernanda: "Ay, relájate, nico. ¡Ni que fuera un pecado darte un beso con tu novio! Además, ¡es Tito Double P! Tus hermanos se morirían si supieran con quién andas."
La idea de que mis hermanos lo descubrieran no me emocionaba para nada. Carlos y Pedro eran sumamente protectores, y aunque sabía que no podían prohibirme salir, la reacción que tendrían al enterarse de que estaba con un famoso cantante de corridos no sería nada tranquila.
Al llegar a Lou Lou, el ambiente era completamente diferente al del auditorio. La música tronaba fuerte, las luces neón bañaban todo el lugar en tonos morados y azules, y la pista de baile estaba llena. A pesar de mi preocupación, no podía negar que el lugar se sentía emocionante. Apenas entramos, vi a Tito, rodeado de algunos amigos, incluido Sebastián. Tito me sonrió en cuanto me vio y no perdió tiempo en acercarse.
—Tito Double P: "¿Y cómo te la estás pasando, güerita?"
—Nicole: "Increíble, pero..." me mordí el labio, dudando si decirle lo que me preocupaba.
—Tito Double P: "¿Qué pasó? ¿Estás bien?" se acercó un poco más, preocupado.
—Nicole: "Es que, bueno... me preocupa que mis hermanos vean los videos del concierto."
Tito soltó una risa suave, acercándose más a mí, hasta que pude sentir el calor de su presencia.
—Tito Double P: "Ah, ya veo. Tranquila, güerita. ¿Quién dice que tienen que enterarse? Además, que te anden cuidando tanto ya es demasiado, ¿no?"
—Nicole: "Es que no los conoces, son... muy intensos."
—Tito Double P: "Bueno, pues mientras estén de tu lado, no me importa lo que piensen."
La forma en que lo decía, tan despreocupado y seguro de sí mismo, me hizo sonreír. Tito siempre lograba quitarme las preocupaciones, como si el mundo a su alrededor no pudiera afectar lo que teníamos.
El resto de la noche fue como estar en un sueño. Entre pláticas y tragos, Tito y yo no nos despegamos ni un momento. Cada vez que terminaba de hablarme, me acercaba para darme un beso suave, a veces en la mejilla, a veces en los labios, sin importarle quién nos viera.
—Tito Double P: "No sé por qué, pero me gusta cuando te sonrojas. Se te ve bonito."
—Nicole: "¡Cállate!" dije entre risas, dándole un ligero empujón en el pecho.
A nuestro alrededor, todos se estaban divirtiendo. Fernanda estaba en la pista con Sebastián, riendo y bailando, mientras Tito y yo nos quedamos en nuestra pequeña burbuja de tranquilidad, hablando en una esquina del antro. De vez en cuando, algunos de sus amigos venían a saludarlo, pero Tito no me soltaba la mano, asegurándose de que siempre estuviera a su lado.
Con el paso de las horas, la fiesta iba bajando de intensidad, y la preocupación de que mis hermanos descubrieran lo que había pasado seguía rondando mi cabeza. Tito lo notó.
—Tito Double P: "Ya, güerita, vámonos. Te veo preocupada, y quiero que llegues bien a tu casa. Yo te llevo."
Lo miré con alivio. Tito siempre tenía ese efecto en mí, sabía cómo hacerme sentir protegida.
Salimos del antro de la mano y él pidió su camioneta. Al llegar, abrió la puerta para mí, y subí sin dudarlo. Durante el trayecto de regreso, la ciudad estaba tranquila. Guadalajara a esas horas de la madrugada era completamente diferente: sin el bullicio, sin el tráfico, solo las luces de las calles acompañándonos mientras hablábamos en voz baja.
—Tito Double P: "¿Te vas a poner el vestido que compraste para el próximo concierto?"
—Nicole: "Pues sí, pero también espero no tener problemas en casa."
Tito sonrió, siempre manteniendo la calma.
—Tito Double P: "Mira, lo que pase, pasa. Tú no puedes controlar todo, güerita. Aparte, ¿a poco no te gustó cómo te la pasaste hoy?"
—Nicole: "Obvio que sí, fue perfecto."
Nos estacionamos a unos metros de mi fraccionamiento, justo en el mismo lugar donde siempre me dejaba para que mis papás no sospecharan. Cuando me bajé de la camioneta con el ramo , Tito se acercó y me dio otro beso en los labios, suave pero intenso, como siempre.
—Tito Double P: "Nos vemos pronto, güerita. Cuídate, ¿eh? Y si tus hermanos se ponen pesados, me avisas." dijo con una sonrisa juguetona.
—Nicole: "Gracias, Roberto. Descansa."
Lo vi subirse a su camioneta y arrancar, dejando que la oscuridad de la madrugada lo envolviera. Me quedé unos segundos ahí, viendo cómo se alejaba, antes de finalmente entrar a mi casa con el ramo de rosas que todavía traía conmigo. Aún tenía la preocupación de mis hermanos rondando en mi mente, pero por esa noche, preferí dejar de pensar y disfrutar el recuerdo de haber pasado la noche con él, a beso y beso.
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Like, follow y comenten plis niñas, para motivarme a escribir, las amo bebéssss 🩷⭐️⭐️