Era un domingo por la tarde cuando todo comenzó a cambiar. La tarde estaba despejada, y el clima era perfecto para salir. La emoción y los nervios se mezclaban dentro de mí mientras me preparaba para la cita con Roberto. La idea de que me hubiera pedido ser su quedante era un sueño hecho realidad.
Mientras me arreglaba, mi mente iba y venía, recordando cada momento que habíamos compartido desde que nos conocimos. La primera vez que me besó, su risa al hacer un live en Instagram, la forma en que se veía mientras hablaba de su música... todo me hacía sentir mariposas en el estómago.
Cuando finalmente estuvo listo, escuché el timbre de la puerta. Mi corazón dio un salto. Era Roberto. Abrí la puerta y lo vi allí, sonriendo como siempre, con un ramo de flores en la mano.
"¡Hola, hermosa! Esto es para ti", dijo mientras me ofrecía las flores. Eran rosas rojas, bellas y fragantes.
"Son hermosas, gracias", le respondí, sintiéndome especial.
"¿Lista para nuestra cita?" preguntó, y asentí, tomando su brazo mientras salíamos de mi casa. La tarde se sentía mágica. Caminamos hasta su carro, riendo y platicando sobre lo que haríamos.
Llegamos a un restaurante elegante en Guadalajara. La cena fue perfecta; la comida deliciosa, y la conversación fluía de manera natural. Hablamos de todo, desde su música hasta nuestras familias. Roberto era encantador, y cada vez que reía, era como si el mundo se iluminara.
Al terminar, él propuso ir a su casa. "Quiero que veas algunas cosas nuevas que estoy trabajando en la música. También puedo hacer un live para mis seguidores", dijo con entusiasmo.
"Claro, suena divertido", respondí, sintiendo que el tiempo a su lado era un regalo. Nos dirigimos a su casa, donde comenzamos a platicar y a escuchar algunas de sus canciones. La química entre nosotros era innegable. Era fácil sentirse cómoda a su lado.
Cuando llegó el momento del live, Roberto me dijo que no me preocupara y que me quedara en el fondo para que no me viesen. Así que me acomodé en una esquina, disfrutando de su carisma mientras interactuaba con sus fans. No pude evitar reírme con algunos de los comentarios que hacían.
"Tito, agarrame como balero", dijo uno de sus seguidores, lo que hizo que Roberto soltase una risa genuina. La conexión que tenía con sus fans era impresionante. Se notaba que disfrutaba lo que hacía, y eso lo hacía aún más atractivo.
Después de un rato, el live terminó, y Roberto se acercó a mí. "Gracias por estar aquí", dijo, mirándome a los ojos. Su mirada profunda me hacía sentir segura y querida.
"Siempre estaré aquí", respondí con una sonrisa.
La noche avanzaba, y llegó el momento que había estado esperando. Roberto me miró fijamente, como si intentara transmitir toda su sinceridad. "Nicole, quiero que sepas que realmente me gustas. Quiero que seas mi quedante", dijo con un tono serio, pero lleno de calidez.
"Sí, claro que sí", respondí sin pensarlo dos veces. Era todo lo que había deseado desde que lo conocí.
Después de esa declaración, Roberto se acercó más a mí. Nuestros labios se encontraron en un beso suave, lleno de promesas y nuevas oportunidades. Sentí que el tiempo se detenía en ese instante. No había dudas, solo la certeza de que quería estar con él.
Cuando nos separamos, ambos sonreímos, sintiendo que algo hermoso había comenzado. "No puedo creer que esto esté pasando", murmuré, todavía abrumada por lo que acababa de suceder.
"Lo es, y estoy emocionado por todo lo que viene", dijo mientras tomaba mi mano.
Al salir de su casa, sentí una mezcla de felicidad y nerviosismo. Todo se sentía tan perfecto. "Nos vemos pronto, hermosa", dijo mientras se inclinaba para darme un último beso.
"Hasta pronto, Roberto", respondí, sintiendo que cada despedida me dejaba con ganas de más.
Ese día había marcado un nuevo capítulo en nuestra historia, y no podía esperar para ver qué más nos deparaba el futuro juntos
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Ya son lo que todos queríamos 😍🥰Sorry por el error que tuve en el capítulo anterior, en disculpa por eso, voy a publicarles este capítulo y unos más
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Recuerden que sigue pendiente el maratón a los 30 followers