El sonido de su celular vibrando en la mesita de noche despertó a Tito Laija de su profundo sueño. Había tenido una noche agitada en el estudio, pero también divertida con los plebes. Sin embargo, lo que más le había dado vueltas en la cabeza, incluso mientras dormía, era Nicole. Ese mismo pensamiento lo acompañaba desde que cerró el live el día anterior.
—Tito: "Verga, ya me tengo que parar..." —dijo para sí mismo, mientras agarraba su teléfono para ver la hora.
El reloj marcaba las 10:30 a.m., algo tarde para arrancar el día, pero era normal después de una noche de grabación intensa. Al desbloquear su celular, vio varios mensajes, algunos de trabajo, otros de sus compas, pero el que más le importaba era el de Nicole.
—Nicole: "Buenos días, ¿cómo amaneciste?"
Una sonrisa se le dibujó en la cara. Esa morra lo tenía bien atrapado, aunque nunca lo diría en voz alta. Se quedó mirando el mensaje unos segundos, pensando en qué responder sin parecer que estaba desesperado por contestarle tan rápido.
—Tito: "Bien, princesa, apenas despertando. ¿Tú qué onda?"
Le dio enviar y se tiró de nuevo en la cama, revisando Instagram mientras esperaba una respuesta. Era un martes tranquilo, sin tantos compromisos en su agenda más allá de alguna reunión con su equipo. Tenía ganas de hacer un live en la tarde, como el día anterior. Siempre era buena oportunidad para convivir con sus fans y pasarla chido.
Su celular vibró con la respuesta de Nicole.
—Nicole: "Todo bien, voy a la universidad. Te mando un mensaje cuando salga."
Sonrió de nuevo. Nicole siempre lo mantenía al tanto de lo que hacía, y él lo agradecía. A pesar de que sus vidas eran muy diferentes, parecían encajar de una manera que le sorprendía.
—Tito: "Va, me avisas. Échale ganas en la escuela."
Decidió levantarse, ir al baño y luego a la cocina para prepararse un café. A veces se le olvidaba desayunar cuando tenía muchas cosas en la cabeza. Al regresar a su cuarto, dejó la taza en la mesa y volvió a desbloquear el teléfono para ver qué estaba pasando en redes. No había pasado mucho desde que había terminado su último live, pero los fans no paraban de hablar sobre él y Nicole.
—Tito (pensando): "Chale, esos morros ya empezaron con sus chismes otra vez."
A pesar de que él no había confirmado nada sobre su relación, las especulaciones estaban en todas partes. Los comentarios en sus publicaciones y en los de Nicole estaban llenos de fans tratando de descubrir lo que había entre ellos. Lo que le preocupaba no eran los comentarios de los fans, sino los hermanos de Nicole, quienes ya sabían de lo suyo.
Con esos pensamientos en mente, decidió que era buen momento para distraerse un poco. Se tiró en la cama, tomó su guitarra, y comenzó a tararear una nueva melodía que se le había ocurrido la noche anterior. Mientras tocaba, su celular volvió a vibrar con una notificación de Instagram. Era uno de sus compas etiquetándolo en un post de una historia de anoche.
—Tito: "¡A huevo, loco, ya me balconearon!"
Pero justo cuando pensaba en hacerle caso al post, decidió abrir su propia cuenta y lanzar otro live. Sabía que los plebes lo estaban esperando y que sus fans, con sus comentarios tan ocurrentes, también lo mantendrían entretenido.
—Tito: "Ya estuvo, plebes, vamos a ver qué chingaderas me dicen ahora." —murmuró entre risas mientras abría la opción de live en Instagram y se acomodaba en la cama.
En menos de un minuto, ya tenía a cientos de personas conectándose y los comentarios comenzaban a llover. Había quienes le preguntaban sobre su música, otros simplemente le tiraban buena vibra, pero como siempre, los más ocurrentes no tardaron en aparecer.
—Fan1: "¡Tito, dame un hijo!"
—Fan2: "Tito, te amo, llévame contigo a la sierra."
—Fan3: "¡Tito, agárrame como las cuerdas de la guitarra!"
Tito se rió tanto que casi se le cae el celular de las manos. Sus fans siempre lo hacían reír con sus locuras.
—Tito: "¡No se pasen de lanza, cabrones! ¿Qué les pasa? ¡Puro desmadre con ustedes!"
Mientras seguía el live, se mantenía relajado, respondiendo algunos comentarios y platicando con sus seguidores sobre los proyectos que traía. Pero de repente, un comentario le llamó la atención.
"Nicole Peña se unió al live".
Ahí estaba ella, otra vez, viéndolo sin decir nada. Tito se enderezó un poco, intentando no parecer tan obvio, pero ya era tarde. Algunos de sus fans también lo notaron y comenzaron a hacer comentarios.
—Fan4: "¡Nicole te está viendo, Tito! No te pongas nervioso."
—Fan5: "Dile algo bonito, no seas gacho."
Tito sintió el calor subirle al rostro. No es que estuviera nervioso de verdad, pero la presión de todos los ojos sobre él lo hacía sentirse más alerta.
—Tito: "Ya, ya. Tranquilos, plebes. Todo bien."
Quería hacer como que no pasaba nada, pero dentro de él, sentía ese nerviosismo extraño que siempre le provocaba Nicole. Era algo que no le pasaba con ninguna otra morra, y lo peor es que todos los demás lo notaban.
Siguió con el live unos minutos más antes de decidir cerrarlo.
—Tito: "Ya estuvo, plebes. Me voy a poner a trabajar. Gracias por caerle al live. Cuídense mucho, ya saben, los quiero."
Cerró la transmisión y soltó un suspiro. Aunque le gustaba la interacción con sus fans, el hecho de que Nicole siempre estuviera observando le añadía un toque diferente. Era como si todo lo que hacía tuviera más peso cuando sabía que ella estaba ahí, pendiente de él.
—Tito: "Ya me traen bien loco estos morros." —dijo en voz baja, sonriendo mientras guardaba su teléfono.
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