La noticia de la muerte de Mattheo me golpeó como un puñetazo en el estómago. No podía creer lo que Elliot acababa de decir.
—¿De qué hablas, Elliot? Si esto es un chiste, no es gracioso —respondí, mi voz temblando mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos.
Katie, con una expresión de dolor en su rostro, se acercó a mí.
—Thomas, es cierto. Veníamos corriendo hacia acá, pero nos venían persiguiendo unos zombies y casi muerden a Elliot. Mattheo vio todo, así que decidió distraer a los caminantes. Corrió hacia la azotea, y los zombies lo empezaron a rodear. Luego, cayó por el otro lado del portón hacia afuera...
Las palabras de Katie se desvanecieron en un eco distante mientras la realidad se asentaba en mí. No podía procesar lo que estaba escuchando.
—¿Están seguros de que murió? —pregunté, mi voz casi un susurro, como si al decirlo pudiera cambiar el destino.
Sophia, con su mirada llena de tristeza, me respondió con un tono suave pero firme.
—Thomas, tú sabes que hay zombies por todo lado. Si eso no lo mató, lo mató el golpe.
No quería escucharla. No quería aceptar que Mattheo, mi mejor amigo, podría estar muerto.
—¡No me importa un carajo lo que digan! Estoy seguro de que no está muerto! —grité, sintiendo la rabia y la desesperación burbujear dentro de mí. La idea de perderlo me hacía sentir como si el suelo se desvaneciera bajo mis pies.
Elliot, que había estado en silencio, se levantó y me abrazó por detrás. Su contacto me sorprendió, pero en medio de mi tormenta emocional, su calidez era un ancla.
—Lo siento, Thomas —dijo, su voz suave y llena de empatía.
Las lágrimas comenzaron a caer libremente por mis mejillas mientras me dejaba llevar por el dolor.
—Yo sé que no está muerto —respondí, mi voz quebrada por el llanto. —Mattheo es fuerte. Siempre ha sido fuerte.
Elliot me abrazó más fuerte, como si intentara transferirme un poco de su fuerza. En ese momento, sentí que no solo estaba llorando por Mattheo, sino también por la pérdida de todo lo que habíamos tenido, por la vida que habíamos llevado antes de que el mundo se convirtiera en este caos.
—Tal vez yo perdí a mi mejor amigo, pero tú también has perdido al amor de tu vida —pensé, sintiendo la tristeza de Elliot como un eco de la mía. Sabía que su dolor era profundo y real, y aunque el mío era abrumador, no podía dejar de sentir compasión por él.
Las lágrimas seguían fluyendo, pero en medio de la tristeza, había un pequeño destello de esperanza. Mattheo había sido valiente, y de alguna manera, su valentía debía vivir en nosotros. Teníamos que seguir adelante, honrando su memoria y luchando por los que aún estaban con vida.
Pero quería tener un poco de que realmente no estuviera muerto
Con un nudo en la garganta y el abrazo de Elliot como refugio, supe que, aunque la pérdida era devastadora, no estábamos solos en esta batalla. Teníamos que mantenernos unidos, por Mattheo, por todos los que habíamos perdido y por los que aún teníamos que proteger.
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El sonido de los caminantes resonaba en la distancia, un recordatorio constante de que el peligro estaba muy cerca. La atmósfera era tensa, y el aire estaba impregnado de un hedor a descomposición que me hacía querer vomitar.Mientras me encontraba dentro de la casa, rodeado de mis amigos, sentía que la desesperación se apoderaba de mí. Mattheo, con su risa y su valentía, estaba presente en cada rincón de mi mente. La idea de que podría estar muerto me golpeaba como un puñetazo en el estómago, y no podía soportar el peso de esa realidad. Cada lucha que resonaba afuera me recordaba que el tiempo se estaba agotando, y la lucha por sobrevivir se intensificaba.
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Love in the Apocalypse
HorrorEn un mundo devastado por el apocalipsis zombie, Thomas ha logrado sobrevivir escondido en un bunker, alejado del caos que azota la tierra. Sin embargo, su vida cambia drásticamente cuando Rick Grimes entra en el bunker qué también estaba escondido...