No sabía qué esperar al cruzar el umbral de la granja. La tensión en mi pecho crecía con cada paso, y la ausencia de ruidos me inquietaba. Cuando entramos, vi a los demás reunidos en la sala, sus rostros reflejaban preocupación.
—No han vuelto Rick y Shane —dije, tratando de mantener la calma.
Carol asintió, su expresión grave. —No, siguen afuera.
—Seguro siguen buscando a Randall —intervino Lori, con un tono de preocupación.
—Ya lo encontramos —respondí, mi voz sonando más fuerte de lo que pretendía.
Sophia, con ojos llenos de miedo, preguntó: —¿Qué pasó con él?
Gleen tomó la palabra. —Es un caminante.
Hershel frunció el ceño. —¿Encontraron al que lo mordió?
Me sentía abrumado, y mi mente divagaba. —No. Lo raro es que no murió por eso. Tenía el cuello roto.
El murmullo de la discusión comenzó a crecer a mi alrededor, pero mis pensamientos se centraron en una sola pregunta: ¿dónde estaba Carl? El nudo en mi estómago se apretó aún más. Sabía que debía estar allí, pero su ausencia me llenaba de inquietud.
Mientras los demás discutían, tratando de hacer sentido de lo ocurrido, yo me perdí en mi propia tormenta de pensamientos. La imagen de Randall yaciendo en el bosque no se desvanecía, pero la preocupación por Carl se convirtió en mi única prioridad
No podía quedarme ahí parado. Necesitaba encontrarlo
Estaba a punto de salir en busca de Carl cuando un murmullo tenso recorrió la habitación. Miré hacia la ventana y vi sombras moviéndose en la oscuridad. La presión en mi pecho aumentó.
—Apaguen las luces —susurré, mi voz temblando ligeramente. —Corran
La reacción fue inmediata. Las luces se apagaron y el silencio se adueñó del lugar, interrumpido solo por el sonido de pasos pesados fuera de la granja. Sabía que no era un pequeño grupo. La cantidad de sombras era abrumadora.
—¿Qué está pasando? —preguntó Gleen, su voz baja, pero llena de temor.
Mierda. Tenía que mantener la calma, pero el pánico comenzaba a apoderarse de mí. Miré a los demás, sus rostros reflejaban la misma ansiedad que sentía yo.
—No hay tiempo —dije, forzando mi voz a sonar firme—. Nos tenemos que mover.
Nos dirigimos hacia la puerta de afrente de la casa, cada paso era una lucha contra el terror que amenazaba con paralizarnos. La idea de que Carl pudiera estar allí fuera, rodeado de esa horda, era insoportable.
—¿Dónde está Carl? —susurró Lori, su voz casi un llanto.
No sabía qué responder. La imagen de su rostro apareció en mi mente, pero no podía dejar que la desesperación me dominara. Solo necesitaba encontrarlo
La tensión en el aire se sentía casi palpable mientras miraba a Lori, la desesperación reflejada en su rostro.
—¿Dónde está Carl? —pregunté, con la frustración acumulándose en mi voz.
—No lo encuentro —respondió, su tono tembloroso—. Se supone que estaba arriba, pero no está.
—¿Cómo puedes perder a tu hijo? —mi voz salió más fuerte de lo que había querido, pero la preocupación me consumía.
Gleen me puso una mano en el hombro. —Cálmate, Thomas. No es hora para esto.
Katie intervino, con una determinación que me sorprendió. —Lo buscaremos de nuevo. Voy con Carol, Lori y Sophia.
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Love in the Apocalypse
HorrorEn un mundo devastado por el apocalipsis zombie, Thomas ha logrado sobrevivir escondido en un bunker, alejado del caos que azota la tierra. Sin embargo, su vida cambia drásticamente cuando Rick Grimes entra en el bunker qué también estaba escondido...