Capitulo 49 Parte 1

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Me detuve en el umbral de Alexandria, sintiendo el peso de la búsqueda de Mattheo en mis hombros. Había estado afuera durante horas, revisando cada rincón, cada sombra, con la esperanza de encontrar alguna pista que me llevara a él. Pero todo lo que había encontrado era desolación y un vacío que se hacía más profundo con cada día que pasaba.

Al entrar, el aire fresco de la mañana me envolvió, pero no me trajo la paz que anhelaba. Mis pensamientos estaban enredados, y la frustración burbujeaba en mi interior. Mientras caminaba, vi a Sophia en la torre de vigilancia, su figura recortada contra el cielo. Se veía concentrada, pero al mismo tiempo, había algo en su postura que me decía que estaba lidiando con sus propios demonios.

Me acerqué, y cuando ella me vio, su expresión cambió.

—Elliot, ¿qué estabas haciendo afuera? —preguntó, su tono curioso pero con un matiz de preocupación.

—Buscando alguna pista de Mattheo —respondí, sintiendo que la rabia comenzaba a asomarse. No quería hablar de esto, pero la necesidad de compartir mi dolor era más fuerte que mi deseo de mantenerme en silencio.

Sophia se quedó callada, y el silencio se volvió pesado entre nosotros. Estaba a punto de darme la vuelta y marcharme cuando escuché su voz, cortando como un cuchillo.

—Es hora de que aceptes que Mattheo está muerto. Estás enloqueciendo, Elliot.

La ira se encendió en mí, y no pude evitar soltar lo que llevaba dentro.

—A ti alguna vez te ha importado algo, Sophia? —dije, mi voz temblando de frustración. —Dime, ¿cuándo fue la última vez que vi a mi novio? Fue cuando me dijo que iba a verte a ti y a Katie. No pude despedirme de él. No lo volví a ver más.

La mirada de Sophia se endureció, pero no me detuve.

— ¿Alguna vez has querido a alguien así? Porque a Katie solo la has lastimado, y estás aferrada a Thomas de una manera que no te importa lastimar a Carl. Sabe que para Thomas siempre ha sido Carl y nadie más.

La rabia me consumía, y cada palabra que salía de mi boca parecía liberarme de un peso que llevaba demasiado tiempo cargando

—Y Katie, cada vez que puedes con tus confusiones, deja de meterte en los problemas de los demás. Preocúpate por tu tía, que no aparece, y déjame en paz. Porque tampoco ha sido de gran ayuda. Mi único apoyo ha sido Thomas y Carl. No te importa nadie más que tú.

Sophia abrió la boca, como si fuera a decir algo, pero la interrumpí.

—Por una vez, cierra la boca, Sophia. No necesito tus consejos.

El aire se volvió denso entre nosotros, y podía sentir cómo la tensión crecía. Ella me miró, y en sus ojos vi una mezcla de sorpresa y dolor. Pero no me importaba. Estaba cansado de su actitud, de su egoísmo.

Me di la vuelta y me alejé, sintiendo que cada paso me alejaba de la confusión que había creado. No quería seguir enredado en sus problemas. Tenía que encontrar a Mattheo, y no iba a dejar que nadie me detuviera.

Mientras caminaba, la rabia se transformó en tristeza, y el vacío en mi pecho se hizo más profundo. Pero sabía que tenía que seguir adelante, por él, por mí. Tenía que encontrar la manera de sanar, incluso si eso significaba enfrentar la verdad más dolorosa de todas.

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Sabía que era lo correcto alejarme de sophia para no lastimarme yo misma y seguir en un ciclo que nunca se iba acabar si seguía permitiendo que pasara pero en este momento si me preocupaba aunque realmente ganaba más orgullo

Love in the ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora