Love in the Apocalypse

Capitulo 31:La Muerte De Dave

Me quedé apartado en una esquina de la sala, dejando que las voces de los demás se fundieran en un murmullo lejano. Rick y los otros estaban inmersos en una discusión acalorada sobre qué hacer con Randall, pero yo no podía concentrarme en los detalles. La realidad de la situación me pesaba demasiado. Randall había dejado claro que su grupo era una amenaza, y mi mente giraba en torno a la mejor manera de prepararnos para lo que pudiera venir.

Observé la escena desde mi rincón, mi cuchillo aún en la mano aunque no lo necesitara en ese momento. La conversación giraba en torno a si debíamos mantener a Randall con vida para obtener más información o si sería mejor deshacernos de él de inmediato para evitar futuros problemas. Cada punto de vista era válido a su manera, pero en mi mente se repetía una y otra vez la pregunta que me atormentaba: ¿cómo podemos estar seguros de que Randall no estaba ocultando algo más?

Mientras el grupo debatía, no pude evitar recordar la manera en que Randall se había dirigido a Carl, cómo había mostrado su malicia incluso cuando estaba en una posición vulnerable. Eso me hizo preguntarme si había algo más que no habíamos visto, algo que podría cambiar el curso de nuestra estrategia.

—¿Qué hacemos si nos atacan primero? —la voz de Daryl resonó en la sala, cortando el murmullo. Esa pregunta, aparentemente sencilla, traía consigo una gran carga. Era una preocupación válida, pero no me daba respuestas claras.

Rick asintió con seriedad. —Tenemos que prepararnos para lo peor. Si Randall está diciendo la verdad, debemos estar listos para enfrentarlos. No podemos permitirnos errores.

Sus palabras resonaban en mi mente, y la sensación de urgencia aumentaba con cada momento que pasaba. Miré a mi alrededor, viendo las expresiones de preocupación en los rostros de mis compañeros. Cada uno tenía una perspectiva diferente, y la falta de consenso solo añadía a la presión que sentía.

Carl se acercó a mí, su mirada inquieta reflejando la misma ansiedad que yo sentía. —¿Estás bien? —me preguntó, su voz bajita pero cargada de preocupación.

Asentí, intentando mostrar una cara tranquila aunque por dentro estaba desbordado. —Sí, solo… necesito un momento para pensar. Esto es más complicado de lo que imaginé.

Carl me dio una palmadita en el hombro y regresó a la discusión. Mientras lo hacía, sentí el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Habíamos pasado por mucho y ahora, enfrentar una nueva amenaza era una prueba más a nuestra resistencia y unidad.

Me esforzaba por bloquear el ruido de la discusión y concentrarme en lo que tenía que hacer a continuación. La necesidad de preparar nuestro grupo para un posible conflicto me resultaba más urgente que nunca. Cada decisión que tomáramos ahora podría significar la diferencia entre la vida y la muerte, y no podía permitirme dudar.

Finalmente, me puse de pie, mi determinación renovada. Me dirigí hacia el grupo, dispuesto a tomar un rol más activo en la planificación. Aunque la decisión final sobre Randall aún estaba en debate, sabía que debía contribuir de manera significativa para enfrentar la amenaza que se avecinaba.

                        (...)
Salí de la sala, la tensión aún encajonada en mi pecho mientras me alejaba de la discusión sobre Randall. Aunque no era el encargado de tomar la decisión final, sentía que el peso de la resolución recaía en mí. Sabía que la situación estaba a punto de terminar de una manera que no deseaba enfrentar, pero no podía hacer nada más que aceptar la realidad de nuestras circunstancias.

Caminé en silencio por los alrededores de la granja, mis pensamientos distraídos y pesados. Cada paso que daba parecía resonar en el silencio de la noche, y el frío se hacía más penetrante a medida que me adentraba en la oscuridad. La realidad de lo que estábamos a punto de hacer me hacía sentir incómodo, pero no había otra opción. Randall había demostrado ser una amenaza demasiado grande para ignorarlo.