Capitulo 35 Parte 1

86 6 1
                                    

El sol apenas comenzaba a asomarse cuando nos reunimos en el patio de la prisión. Carl, Maggie, Rick, Daryl, Glenn, T-Dog, Katie y Sophia estaban listos, armados y preparados para limpiar el área. La tensión se sentía en el aire mientras avanzábamos en fila, cada uno con un objetivo claro: asegurar el perímetro.

Comenzamos a movernos con cautela, nuestros pasos resonando sobre el suelo de cemento. Cada vez que uno de esos zombies caía bajo nuestras manos, una mezcla de alivio y ansiedad me invadía. Sabíamos que este lugar podría ser seguro, pero solo si eliminábamos la amenaza.

Mientras revisábamos el patio, noté que algunos zombies, aún en sus uniformes de policía, se agrupaban cerca de una entrada. La situación se volvió tensa. Estábamos rodeados, pero sabíamos que debíamos mantener la calma.

-¡Formen un círculo ! -gritó Rick, y todos nos posicionamos, listos para actuar.

De repente, vi que un zombie se acercaba a Carl. Mi estómago se encogió al verlo en peligro. Sin pensarlo, corrí hacia él

Me lancé hacia el zombie, pero en el proceso, tropecé y caí. El zombie se abalanzó sobre mí, y me sentí vulnerable. Mientras luchaba por liberarme, vi a Carl intentando ayudar, su rostro lleno de preocupación.

-¡Carl, aléjate! -grité, esforzándome por mantenerme firme.

En ese momento, Katie se adelantó y, con un rápido movimiento, empujó al zombie hacia un lado, ayudándome a liberarme. Me incorporé, agradecido, mientras ella decía:

-Thomas, ten cuidado. No es momento de arriesgarse.

Respiré profundamente, el pánico aún latiendo en mi pecho. -Lo sé, Katie. Gracias. Pero no podemos dejar que se acerquen a nosotros.

El grupo se reagruppó, y aunque el miedo aún palpitaba en mí, el alivio de estar juntos me dio fuerza. Sabía que teníamos que seguir avanzando, asegurando cada rincón de la prisión.

-¿Todos bien? -preguntó Daryl, revisando a los demás.

Asentí, aún sintiendo la adrenalina correr por mis venas. Cada uno de nosotros, con nuestras habilidades, estaba listo para enfrentar lo que viniera. La prisión podía ser un refugio, pero solo si éramos lo suficientemente fuertes para protegerla.

Nos movimos hacia otra parte de la prisión, decididos a hacer de este lugar nuestro hogar. La unidad que teníamos, el apoyo mutuo, era lo que realmente nos haría sobrevivir en este mundo incierto.

Después de deshacernos de los zombies, el alivio se apoderó del grupo. Miré a mi alrededor; esta parte de la prisión se sentía más segura. Rick sonrió, rompiendo el silencio.

-Bueno, parece que tenemos un nuevo hogar. Hogar dulce hogar -dijo Rick , y todos compartimos una risa nerviosa.

Katie, entusiasmada, agregó: -Dormiremos en las celdas. Será como un campamento, pero sin los mosquitos.

-Eso suena bien -respondió Rick-. Solo espero que algunos de los policías tuvieran las llaves. Sería buena idea que compartan las celdas. Así estarán más seguros.

Con un asentimiento, decidí buscar una celda para descansar. La idea de tener un lugar donde dormir me resultaba reconfortante. Caminé por el pasillo, examinando las puertas de las celdas hasta que encontré una que parecía adecuada.

Justo cuando iba a entrar, vi a Sophia en la puerta.

-Thomas, voy a dar contigo, si porfis -dijo, con una mezcla de timidez y esperanza.

Antes de que pudiera responder, Carl apareció, poniendo sus cosas en la cama.

-Ni lo sueñes -dijo, con una sonrisa desafiante-. Yo dormiré con Thomas.

Love in the ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora