Capitulo 30:Randall

74 4 0
                                    

Salí de la casa, sintiendo el aire frío golpearme la cara mientras me dirigía hacia el exterior. La tensión dentro de la casa me había dejado agobiado, y necesitaba un momento para despejar mi mente. Al mirar hacia el camino, vi que Rick y Shane se acercaban, acompañados por Randall, quien parecía inquieto y tembloroso.

Rick se dirigió hacia mí con determinación. —Thomas, necesito que te encargues de Randall. Asegúrate de que no cause más problemas.

Asentí, sintiendo una mezcla de agotamiento y frustración. Me dirigí hacia Randall, que estaba encadenado y atado con cuerdas. Con un esfuerzo adicional, lo arrastré hacia el granero, un lugar que parecía apropiado para mantenerlo apartado de los demás mientras resolvíamos la situación.

Cuando finalmente llegamos al granero, lo empujé dentro y cerré la puerta con un portazo. La oscuridad del lugar se hizo más densa y Randall estaba claramente incómodo, su respiración agitada llenaba el silencio.

—¿Qué es lo que estás haciendo aquí, Randall? —le pregunté, tratando de mantener mi voz firme a pesar del cansancio que sentía. Me acerqué a él, manteniendo una distancia prudente, y observé cómo su rostro mostraba una mezcla de miedo y desdén.

Randall me miró, su expresión cambiando entre desafío y desesperación. —No tengo idea de qué estás hablando. Solo estaba buscando sobrevivir como todos los demás.

—¡Eso no responde mi pregunta! —exclamé, mi voz llena de frustración—. ¿Quiénes eran las personas con las que estabas? ¿Dónde están?

Randall se quedó en silencio por un momento, claramente sopesando si debía hablar o no. Finalmente, soltó un suspiro resignado. —Eran un grupo pequeño. No tienen mucho que ver con lo que está pasando ahora, pero... tenían una base en un lugar cercano. No se puede confiar en ellos.

Su respuesta solo aumentó mi enojo. Caminé en círculos alrededor de él, tratando de procesar la información. —¿Y por qué deberíamos confiar en ti? —le pregunté—. Si estabas con ellos, ¿por qué deberíamos creer que eres diferente?

—No estoy pidiendo que confíen en mí —respondió Randall, su voz temblando ligeramente—. Solo te estoy diciendo lo que sé. Tienen armas, recursos. Pero eso no significa que se interesen por el bienestar de los demás.

Lo miré fijamente, tratando de captar cualquier signo de sinceridad en sus palabras. Mi paciencia estaba al límite, pero también sabía que necesitaba mantener la calma para obtener la información que necesitábamos. —Entonces, si tú y tu grupo están en la misma zona, ¿qué hacen en realidad?

Randall bajó la vista, su tono cambiando a uno más suplicante. —Escucha, no tengo nada que ganar mintiendo aquí. Solo quería salir de ese lugar. No sabía que terminaría en este lío. Ellos... ellos eran más violentos. No me incluyo en eso, pero no puedo cambiar lo que hice para sobrevivir.

Su confesión no alivió mi enojo, pero sí me hizo considerar la posibilidad de que pudiera estar diciendo la verdad. Aún así, no estaba dispuesto a bajar la guardia.

—Bien —dije finalmente—, vamos a ver si tu información es útil o no. Pero ten en cuenta que si estás mintiendo, las consecuencias serán severas. Ahora, quédate aquí mientras decidimos qué hacer contigo.

—Bien —dije finalmente—, vamos a ver si tu información es útil o no. Pero ten en cuenta que si estás mintiendo, las consecuencias serán severas. Ahora, quédate aquí mientras decidimos qué hacer contigo.

Randall, atado a la silla, me miró con odio. Sus ojos chisporroteaban con una mezcla de desesperación y furia, y su voz, llena de veneno, salió rasposa y temblorosa.

Love in the ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora