Capitulo 40 Parte 1

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Miré a Thomas, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Estábamos enterrando el cuerpo de Beth, y el ambiente era sombrío y triste. Pero yo no podía evitar sentir una sensación de nerviosismo y ansiedad. Necesitaba decirle la verdad a Thomas, ya no podía esperar más.

Me acerqué a él, intentando encontrar las palabras adecuadas. Thomas me miró, sus ojos fijos en mí, y yo sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

-Thomas- dije, mi voz baja y nerviosa.

-Necesito hablar contigo sobre algo

Thomas se detuvo, su mirada intensa.

-¿Qué pasa, Carl? - preguntó.

Me tomé un momento para respirar profundamente.

-No sé si  volver a hablar conmigo después de esto- dije, intentando prepararlo para lo que iba a decir.

Thomas se acercó a mí, su rostro serio. 

-Nada va a hacerme dejarte de ver como te veo, Carl- dijo.

-¿Qué es lo que pasa?

Me sentí un nudo en la garganta.

-No lo sé-dije, intentando encontrar las palabras adecuadas.

Thomas se detuvo, su mirada intensa. - En serio, Carl, tenme confianza- dijo.

-¿Qué es lo que pasa?

-Thomas me gustas

Esto ya no era un sueño esto era la realidad y me estaba muriendo de miedo

Thomas se detuvo, su mirada intensa. No dijo nada, solo me miró. Yo sentí un escalofrío recorrer mi espalda, no sabía qué iba a pasar.

Thomas se detuvo, su mirada intensa. No dijo nada, solo me miró. Yo sentí un escalofrío recorrer mi espalda, no sabía qué iba a pasar.

Pero entonces, Thomas habló. -Carl, no sé qué decir- dijo, su voz baja y suave. -No siento lo mismo.

Me sentí un golpe en el estómago, como si alguien me hubiera quitado el aire. No había esperado que Thomas me rechazara de esa manera.

-Lo siento, Carl- dijo Thomas, su voz llena de compasión. -Solo podemos ser amigos.

Me sentí un nudo en la garganta, intentando tragar el dolor que sentía. No sabía qué decir, no sabía cómo reaccionar. Solo me quedé allí, mirando a Thomas, sintiendo el dolor de su rechazo.

-Entiendo- dije finalmente, mi voz baja y ronca. -Lo entiendo.

Thomas me miró, su mirada llena de compasión. -Carl, no te sientas mal- dijo. -Eres un gran amigo, y siempre lo serás.

Me sentí un poco mejor al escuchar sus palabras, pero el dolor de su rechazo seguía allí, latente en mi pecho. Sabía que iba a llevar un tiempo superarlo, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Me alejé de Thomas, intentando procesar lo que había pasado. No había esperado que me rechazara de esa manera, y el dolor de su rechazo seguía allí, latente en mi pecho.

Thomas se acercó a mí, intentando hablar conmigo. -Carl, ¿estás bien?- preguntó, su voz llena de preocupación.

Me detuve y me volví hacia él, intentando encontrar las palabras adecuadas. -No, Thomas- dije, mi voz baja y ronca. -Quiero estar solo.

Thomas se detuvo, su mirada llena de compasión. -Carl, no te sientas mal- dijo. -Eres un gran amigo, y siempre lo serás.

Me sentí un nudo en la garganta, intentando tragar el dolor que sentía. -No, Thomas- dije, mi voz firme. -Quiero estar solo.

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