Capitulo 26

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Mientras regresábamos ala Granja , la tensión en el aire era palpable. A pesar de que Lori estaba de vuelta, no podía dejar de sentir que había algo más que necesitábamos resolver. Miraba el camino con atención, la oscuridad de la noche intensificando cada sombra y cada ruido, mientras el motor del carro rompía el silencio.

La ansiedad de Lori era evidente. A pesar de que me había esforzado por calmarla, sus preocupaciones por Rick no se habían disipado. Y aunque comprendía su deseo de buscar a su esposo, mi prioridad ahora era asegurar la seguridad de todos y no arriesgar a Carl más de lo necesario.

La granja  estaba a la vista cuando finalmente, el horizonte comenzó a iluminarse con las primeras luces del amanecer. El cielo, aún oscuro pero con un leve tinte de esperanza, parecía ofrecer un respiro. Conduje el carro hacia el granero con una mezcla de alivio y cansancio.

Al estacionar, me aseguré de que el motor estuviera apagado y miré a Lori. Sus ojos, aún llenos de preocupación, se encontraron con los míos.

—Vamos a hablar con Carol y Daryl —dije con firmeza—. Necesitamos un plan sólido para buscar a Rick, pero no podemos hacerlo sin prepararnos adecuadamente.

Lori asintió, aunque su expresión seguía siendo una mezcla de preocupación y resignación. Carl, que había estado en silencio durante todo el trayecto, ahora se veía un poco más relajado al ver el granero. Su madre estaba a salvo, y eso aliviaba parte de su carga emocional.

Salimos del carro y nos dirigimos hacia el granero. Carol y Daryl estaban allí, junto con algunos otros miembros del grupo que habían estado esperando noticias. Al vernos, sus rostros mostraron una mezcla de alivio y curiosidad.

—Lori está de vuelta —anuncié, tratando de sonar tan firme como podía a pesar de mi cansancio—. Pero necesitamos enfocarnos en encontrar a Rick.

Daryl, que había estado revisando algunos suministros, levantó la vista y se acercó.

—¿Dónde estuvo? —preguntó con su tono habitual de frialdad, pero había una chispa de preocupación en sus ojos.

—En el pueblo —le expliqué—. La encontramos en la carretera. Está bien, pero tenemos que hacer un plan para buscar a Rick. No podemos quedarnos aquí sin hacer nada.

Carol se acercó a Lori, y la abrazó brevemente, su preocupación palpable. —Lori, ¿estás bien? —preguntó con sinceridad.

Lori asintió. —Sí, estoy bien. Pero necesitamos encontrar a Rick.

Daryl asintió, mirando a todos con una determinación que reflejaba la seriedad de la situación. —Vamos a necesitar un plan. No podemos salir sin saber dónde estamos buscando. Primero, necesitamos asegurar el área, luego podemos hacer una búsqueda más amplia.

Me tomé un momento para respirar profundamente. —De acuerdo. Primero vamos a asegurarnos de que el granero y los alrededores estén seguros. Después, organizaremos la búsqueda. Rick no puede estar muy lejos si está con Glenn y Hershel, pero tenemos que estar preparados.

Mientras el grupo se ponía en marcha para preparar la búsqueda, me senté en un rincón del granero, repasando mentalmente cada paso que íbamos a tomar. La preocupación por Rick y el estrés de la noche anterior seguían pesando en mis hombros. Pero ver a Lori a salvo me daba una razón para seguir adelante.

La realidad era dura. Cada decisión que tomáramos, cada paso que diéramos, podría tener consecuencias críticas. Teníamos que ser cuidadosos y calculados, no solo por Rick, sino por cada miembro del grupo. Estábamos todos juntos en esto, y si íbamos a superar esta prueba, debíamos enfrentarla con la mejor preparación posible.

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