Mientras observaba a Elliot comer, una mezcla de emociones se agolpaba en mi pecho. Su pequeño rostro iluminado por la luz del sol que entraba por la ventana me recordaba lo frágil que era la vida en este mundo. Cada bocado que parecía un acto de resistencia, una afirmación de que, a pesar de todo, seguíamos adelante. Pero, en el fondo, una sombra de duda se cernía sobre mí.
Era difícil mantener la esperanza. A veces, me sentí estúpido por aferrarme a ella. ¿Qué base tenía para creer que Mattheo estaba vivo? Habíamos buscado sin descanso, y cada día que pasaba sin noticias se sentía como un golpe más en mi corazón. La incertidumbre era un monstruo que acechaba en las sombras, y aunque intentaba ser fuerte, a menudo me encontraba luchando contra la desesperación.
Miré a Elliot, que ahora sonreía mientras masticaba, ajeno a la tormenta que se desataba en mi interior. Su inocencia era un recordatorio de lo que había en juego. No solo se trataba de Mattheo; se trataba de todos nosotros. Se trataba de mantener viva la chispa de la esperanza, incluso cuando todo parecía sombrío. Pero, ¿cómo podía hacer eso cuando la realidad era tan cruel?
A veces, me preguntaba si era egoísta por querer creer en un futuro donde Mattheo regresaría. ¿Era justo para Elliot? ¿Era justo para mí? La idea de que Mattheo pudiera estar sufriendo, de que pudiera no estar vivo, me desgarraba. Pero, al mismo tiempo, no podía permitir que esa desesperanza se apoderara de mí. Elliot necesitaba que yo creyera, que mantuviera la fe en que todo iba a estar bien.
Mientras lo observaba, me di cuenta de que la esperanza no era solo un acto de fe ciega. Era un compromiso, una decisión consciente de seguir adelante a pesar de las adversidades. Y aunque a veces me sentí como un tonto por aferrarme a ella, sabía que era lo que Elliot necesitaba. Era lo que todos necesitábamos.
La vida en Alexandria era un recordatorio constante de lo efímera que podía ser la felicidad. Pero, en ese momento, mientras veía a Elliot disfrutar de su comida, sintió que había algo más grande en juego. La esperanza no era solo un deseo; era una necesidad. Era lo que nos mantenía unidos, lo que nos daba fuerzas para seguir luchando.
Así que, aunque la incertidumbre me pesara, decidí que no iba a rendirme. No iba a dejar que el miedo y la desesperación me consumieran. Mattheo podría estar vivo, y mientras hubiera una posibilidad, seguiría creyendo en él. Porque, al final del día, la esperanza era lo único que teníamos, y no podía permitir que se desvaneciera. Tenía que ser el faro de luz en la oscuridad, no solo para mí, sino también para Elliot.
Y así, mientras el sol se deslizaba por el horizonte, llenando la habitación de un cálido resplandor, me prometí a mí mismo que seguiría luchando. Por Mattheo, por Elliot, y por todos los que aún creían en un futuro mejor. La esperanza era un acto de valentía, y estaba decidido a ser valiente.
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Mientras me miraba en el espejo, la imagen que se reflejaba ante mí era un recordatorio constante de lo que había perdido y de lo que había tenido que enfrentar. Mi ojo, una vez lleno de vida y curiosidad, ahora era un vacío, un recordatorio de la brutalidad de este mundo. La cicatriz que lo atravesaba era una marca de peligro , un símbolo de las batallas que había librado, pero también era un recordatorio de la fragilidad de la vida. A veces, me preguntaba si Thomas pensaría que era atractivo con esto. La idea me llenaba de inseguridad, una sensación que no había experimentado antes de todo lo que había sucedido.Miré más de cerca, tratando de encontrar algo que me gustara en mi reflejo. La luz del sol se filtraba a través de la ventana, iluminando la habitación, pero no lograba iluminar la oscuridad que sentía en mi interior. La cicatriz era un recordatorio constante de mis decisiones, de los momentos en que había tenido que elegir entre la vida y la muerte. ¿Era eso lo que me hacía menos atractivo? ¿Era mi apariencia un reflejo de mi valor como persona?
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Love in the Apocalypse
HorrorEn un mundo devastado por el apocalipsis zombie, Thomas ha logrado sobrevivir escondido en un bunker, alejado del caos que azota la tierra. Sin embargo, su vida cambia drásticamente cuando Rick Grimes entra en el bunker qué también estaba escondido...