Me acerqué a Thomas y Carl, que estaban besándose apasionadamente. Me detuve en seco, sorprendido por la escena que se desplegaba ante mis ojos. Thomas y Carl se besaban con tanta intensidad que parecían haber olvidado todo lo que los rodeaba.
Me quedé allí, viéndolos con una sonrisa en mi rostro. No podía evitar sentir un poco de sorpresa y curiosidad. Thomas y Carl, dos personas que habían estado tan cerca, pero que nunca habían mostrado señales de interés romántico el uno por el otro
Bueno realmente si pero se nota más en Carl qué en Thomas pero realmente me gusta se ven lindos
-Hay que ir a dejar las armas- dije finalmente, intentando interrumpir la escena sin ser demasiado brusco. Mi voz sonó un poco más alta de lo que pretendía, pero no pude evitarlo. Thomas y Carl se separaron, jadeando y mirándome con una mezcla de sorpresa y vergüenza.
Thomas se pasó la mano por el pelo, intentando recuperar la compostura. Carl, por su parte, se sonrojó y miró hacia abajo, intentando evitar mi mirada.
-¿Qué... qué pasa?- preguntó Thomas, intentando disimular su confusión.
-No pasa nada- respondí, intentando sonreír de manera natural.
-Solo que hay que ir a dejar las armas. Fue la condición para entrar en Alexandria
Thomas asintió, aún un poco confundido. Carl, por su parte, se limitó a mirarme con una mezcla de vergüenza y gratitud.
-Vamos-dije, intentando romper el silencio.
-No queremos hacer esperar a los demás
Thomas y Carl se miraron el uno al otro, y luego se volvieron hacia mí. Asintieron, y juntos nos dirigimos hacia el lugar donde debíamos dejar nuestras armas. Me sentí un poco incómodo al caminar junto a ellos, pero intenté no mostrarlo. Después de todo, no era asunto mío lo que pasara entre Thomas y Carl. O al menos, eso intenté decirme a mí mismo.
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Me puse bajo el chorro de agua caliente de la ducha, sintiendo cómo mis músculos se relajaban después de días de caminar y luchar por sobrevivir. Cerré los ojos y dejé que el agua me envolviera, intentando olvidar por un momento todos los problemas y peligros que nos rodeaban.Pero no pude evitar que mi mente se desviara hacia Carl. Me acordé del beso que compartimos, de la forma en que nuestros labios se unieron y de la emoción que sentí en ese momento. Me sentí un escalofrío recorrer mi espalda al recordar la sensación de su boca sobre la mía.
No podía entender por qué había besado a Carl. No había planeado hacerlo, simplemente sucedió. Pero ahora que había sucedido, no podía dejar de pensar en ello. Me pregunté si había sido un error, si había sido un momento de debilidad. Pero al mismo tiempo, no podía evitar sentir que había sido algo real, algo que había estado esperando suceder durante mucho tiempo.
Me pasé la mano por el pelo, intentando calmar mis pensamientos y mis emociones. Pero no podía evitar sentir que mi mundo había cambiado en ese momento, que algo había sucedido que no podía ser deshecho.
Me acordé de la forma en que Carl me miró después del beso, de la forma en que sonrió y se sonrojó. Me sentí un nudo en la garganta al recordar la forma en que se sintió en ese momento. Me pregunté si Carl sentía lo mismo que yo, si había sentido la misma conexión y la misma emoción.
La ducha seguía corriendo, pero yo ya no la sentía. Estaba en otro lugar, en un lugar donde solo existíamos Carl y yo, y donde nada más importaba.
Tenía la mente un poco confundida me gusta Carl o solo lo bese por un impulso
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Love in the Apocalypse
HorrorEn un mundo devastado por el apocalipsis zombie, Thomas ha logrado sobrevivir escondido en un bunker, alejado del caos que azota la tierra. Sin embargo, su vida cambia drásticamente cuando Rick Grimes entra en el bunker qué también estaba escondido...