Love in the Apocalypse

Capitulo 35 Parte 2

Mientras estaba sentado en la celda con Carl, tratando de asimilar todo lo que había pasado, la puerta se abrió de golpe. Era Rick, con una expresión grave en el rostro.

—Chicos, necesitamos hablar —dijo, su voz tensa.

Carl y yo intercambiamos miradas, una mezcla de preocupación y curiosidad. Nos levantamos y nos acercamos a Rick, quien respiró hondo antes de continuar.

—Hershel… lo mordieron. Un zombie le atacó mientras estábamos limpiando. Tuvimos que amputarle una parte de la pierna.

El aire se me heló. La imagen de Hershel, siempre tan fuerte y sabio, vulnerable, me llenó de ansiedad. No podía imaginarlo sufriendo.

—¿Está bien? —pregunté, aunque sabía que no había respuesta fácil.

—Lo está manejando, pero es difícil. Se siente… derrotado —respondió Rick, con la mirada perdida. Me sentí impotente

—¿Y qué pasa con los demás? —inquirí, intentando encontrar un punto de apoyo en medio del caos.

—Encontré a unos presos. Estaban escondidos en la parte de la cafetería . Al parecer, llevan aquí un tiempo —dijo Rick, mirándonos seriamente—. No sabemos si son peligrosos o no.

El corazón me latía con fuerza. ¿Presos en la prisión? La idea era inquietante, pero también podría ser una oportunidad.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunté, sintiendo la responsabilidad en el aire

—Debemos decidir si los dejamos entrar o no. Pero antes, necesitamos asegurarnos de que no representen una amenaza —respondió Rick, su mirada firme.

Carl frunció el ceño. —¿Crees que podrían ayudarnos?

Rick asintió lentamente. —Podrían. Pero también podrían traernos problemas. Tenemos que ser cuidadosos.

Me quedé en silencio, pensando en la fragilidad de nuestra situación. Era un mundo peligroso, y cada decisión contaba. El bienestar de nuestro grupo dependía de las elecciones que hacíamos.

—¿Qué hacemos entonces? —pregunté, tratando de encontrar claridad en medio de la incertidumbre.

—Voy a hablar con ellos. Necesitamos saber quiénes son y qué quieren —dijo Rick, su voz resoluta—. Ustedes quédense aquí y mantengan los ojos abiertos.

Mientras se alejaba, sentí una mezcla de miedo y esperanza. Este lugar, a pesar de sus sombras, era nuestra oportunidad de construir algo. Pero las decisiones que tomáramos podrían cambiar todo.

Me volví hacia Carl, que parecía pensativo. —¿Estás bien? —le pregunté.

Él asintió, pero su expresión decía lo contrario. —Es solo… todo esto es complicado. Hershel, los presos, y… lo que sentimos —dijo, su voz baja.

—Lo sé. Pero debemos concentrarnos en lo que podemos controlar. Mantenernos a salvo y cuidar de los que amamos —respondí, tratando de infundirle un poco de confianza.

La situación era incierta, pero juntos podíamos enfrentar lo que viniera. Mientras la tensión se mantenía en el aire, sabía que nuestro vínculo se volvía más fuerte. Este era el momento de ser valientes, de proteger lo que habíamos construido.

Y en medio de ese caos, sentí que, a pesar de todo, tenía a alguien en quien confiar.

Me encontraba en la celda de Hershel, y el ambiente, aunque tenso, estaba cargado de esperanza. Al entrar, vi a algunos de los demás reunidos a su alrededor: Maggie, Glenn y Daryl. Hershel yacía en la cama, su rostro pálido pero consciente. Había despertado, y eso era lo más importante.