Mi Pesadilla Más Oscura - Tom Kaulitz.

Cinco segundos para correr.

CAPITULO 37

-- Aún no hemos terminado nuestra charla. --- Tom dijo, volviéndose hacia mi mientras trataba de recomponer mis fuerzas.

Mi cuello todavía me dolía, me estaba revolcando de rabia y tristeza por dentro, pero no quería demostrar ninguna debilidad.

--- Como quieras, Tom. --- Respondí, con una mirada seria.

Por un momento, parecía extraña mi reacción. Tom comenzó acercándose a mí, yo sólo me quedé parada en la esquina de la habitación, observándolo acercarse con pasos lentos. De repente, se aferró en mi cintura y se inclinó hasta mi oído para decirme algo.

--- Esta noche te recordaré lo que realmente sientes por mí. --- Tom dijo suavemente en mi oído, lo que me hizo sentir un ligero escalofrío.

Luego sostuvo mi brazo, llevándome a la cocina donde Bill y Vick estaban. Vick estaba visiblemente preocupada, Bill estaba tratando de calmarla con esta situación, como si no pudiera hacer nada en lo que Tom hizo conmigo.

--- ¿Todo está listo Bill? Tenemos que irnos a nuestro casino a resolver las cosas por ahí. --- Tom dijo, acercándome a ellos.

Sentí un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo cuando Tom dijo que iriamos a ese maldito casino otra vez. Yo no tenía buenos recuerdos de ese lugar, siempre sucedían cosas inesperadas y no estaba preparada para otro acontecimiento como ese.

Recuerdos de la última vez que yo he estado en ese casino comenzaron a pasar por mi mente, las cosas realmente se habían salido de control. Empecé a cuestionarme de nuevo por qué le disparé a ese hombre por él. Sentí una sensación de culpa por matarlo, mi ficha estaba cayendo.

--- Vamos. --- Bill respondió, forzando una sonrisa.

--- ¿Ustedes no pueden simplemente ir solos? ¿Por qué siempre tienes que llevarte a Katy y a mí? --- Vick le preguntó a Tom, con una mirada de ira.

Por fin Vick había dicho alguna cosa para él, me asusté un poco con su actitud. Bill rápidamente la miró con una mirada de preocupación, como si ella no pudiera hablar con Tom.

--- ¿Estás hablando conmigo? --- Tom respondió encogiéndose de hombros.
--- Bill será mejor que calles a esta perra. --- Terminó de decir, dando una ligera risa.

Me quedé sin reacción, no sabía qué hacer en esa situación. Por un momento miré Vick, sacudiendo mi cabeza discretamente para que ella solo aceptará. Bill miró a Tom con una mirada suave, luego tomó el brazo de Vick con fuerza, sacándola de la casa.

--- ¿Ustedes dos decidieron cambiar los papeles ahora? --- Tom preguntó, mirándome a los ojos.

--- Haz lo que quieras, no me importa nada más Tom. --- Respondí, con una sonrisa forzada.

Rápidamente apretó mi brazo con fuerza, lo que me hizo soltar un ge- mido bajo. Me di cuenta de que desperté una rabia en él, estaba claro que él no estaba disfrutando como estaba comportándome.

--- ¿No es eso lo que quieres? Llévame a donde quieras. --- Dije a continuación, mirando a los ojos de Tom, que me miró con una mirada mortal.

--- Estás rara Katy. --- Tom respondió con una leve risa. Luego me sacó de la casa, pasando por seguridad.

Tom me arrastró con fuerza hasta el auto de él, luego abrió la puerta de frente para que yo entrara. Yo lo miré con una sonrisa en mi cara, sosteniéndome para no demostrar mi miedo. Entré y me senté en el asiento del coche y cerró la puerta, lo observé dar la vuelta y entrar en el vehículo sentado en el asiento del conductor.

--- ¿No tienes miedo? --- Tom preguntó volviéndose hacia mí, antes
de arrancar.

--- No. --- Respondí, con una voz baja.

Me aferré para no demostrar mi miedo cuando rápidamente encen- dió el auto, con una expresión de furia en su rostro. Me abroché el cinturón rápidamente, cuando comenzó a acelerar el vehículo. Estaba provocando algo diferente en él, aparentemente le gustaba cuando le tenía miedo. Pero yo no quería darle ese gusto, estaba decidida a mantener mi postura.

Mientras conducía a lo alto velocidad, intentaba controlar mi ansiedad. Tom fue tan rápido que no podía ver el auto de Bill detrás de nosotros. De repente, Tom sacó su mano del volante, colocándola en su cintura y sacando una pistola.

--- ¿Recuerdas esta belleza, Katy? Tengo buenos recuerdos de TI con ella. --- Tom dijo, mirándome con un sonrisa maliciosa.

Respiré hondo al ver esa pistola en su mano, esa misma arma que lo había usado en la suite ese día, la misma arma que había apuntado a mi cabeza en el bosque. Tom probablemente estaba tratando de asustarme, pero no cedería. Luché contra mi miedo, para continuar manteniendo mi postura. Tom no tenía el coraje de dispararme, él ya lo había dicho en el bosque.

--- ¡CONTESTA MIERDA! --- Tom gritó, pisando más profundo.

Estaba perdida en mis pensamientos cuando oí el grito de rabia de él, pero no pude mirar a los ojos. Sólo miré por ventana del coche, observando el resplandor de la noche, tratando de mantenerme tranquila. Tom rápidamente hizo un giro brusco, entrando en una carretera desconocida.

Me sacudí un poco, pero seguí mirando por la ventana del auto, evitando mirar hacia él. Ese no era el camino al casino, él no me estaba llevando allí. La sensación de miedo comenzó a dominarme, me pregunté lo que yo estaba haciendo mal.
Solo estaba haciendo lo que Tom quería, ¿por qué estaba tan enojado? pensaba para mí misma. Cerré los ojos, luchando con todos las fuerzas para controlar mi miedo, pensando en lo que estaba por venir.

Abrí los ojos rápidamente, cuando el vehículo se detuvo con una frenada brusca. Mi respiración estaba jadeando, cuando vi a Tom salir del coche y golpeando la puerta con fuerza. Dio la vuelta y abrió mi puerta, sacudiendo la cabeza para que yo fuera. Respiré hondo y salí del auto, mirando con dificultad a los ojos de él que seguían reflejando la ira. Miré a mi alrededor y era un lugar desierto, un bosque parecido a la que está cerca de su casa.

--- ¿Por qué estamos aquí Tom? --- Yo pregunté, tratando de disfrazar mi voz temblorosa.

--- Quiero sentir tu miedo Katy, estás muy tranquila. --- Tom respondió, acercándose con el arma en la mano.

Solté un ligero suspiro, viéndolo acercarse lentamente a mí. No sabía lo que quería de mí, no sabía qué hacer. Mis ojos comenzaron a llorar, Pero lo limpié rápidamente.

--- Te daré cinco segundos para correr. --- Dijo dando una leve risa, jugando con el arma en su mano.

--- ¿Por qué me estás haciendo esto Tom? --- Pregunté con una voz temblorosa, no estaba consiguiendo más controlar mi miedo.

--- Uno, dos, tres.... --- Tom comenzó a contar, lo que me hizo dar algunos pasos atrás.

Por un momento me quedé paraliza- da, no podía entender lo que se le pasaba por la cabeza. No lo sabía lo que realmente quería, el hecho de él sentir placer en dejarme con el miedo me enfureció. Yo sabía que ese fue uno de los momentos que él estaba abrumado por la ira, así que tenía que repensar mis acciones..