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—¿Aún duermes en el trabajo?.

—...

—Respóndeme Nam Joon.

—Tengo trabajo, Jin.

—Estás forzando a tu cuerpo.

—Tengo una junta en media hora. Te juro que llegaré a tiempo para la fiesta de tu pequeño monstruo.  No te preocupes.

—Sabes que no se trata de eso.

—Nos vemos Jin, cuídate, te quiero, besos.

Llamada número 84753749000 de Jin en esta semana. Nuevo récord.

Mi hermano mayor, Kim Seok Jin. Todo lo contrario a mi, lo único en lo que coincidimos es en el apellido. Kim Nam Joon, todo un artista. El mejor ingeniero. Así soy conocido, los diseños de las empresas más reconocidas lo afirman.

Y no es por presumir. A mí temprana edad mis sentidos  se agudizaron lo suficiente como para tener los mejores gustos. Mi alto nivel de lectura me abrió paso a la imaginación, y el amor por las matemáticas me facilitó la llegada a la meta. Una persona joven, pero con muchas experiencias. Claro eso no era lo que pensaba mi hermano. Todo este año se ha entrometido en mi vida, aún más. 

Mis padres murieron cuando éramos pequeños, y bueno después de salir del orfanato él se hizo cargo de mi. Se preocupa demasiado. La próxima semana sería el inicio de mis vacaciones, odiosas vacaciones.
Y en la segunda semana serían los preparativos para la fiesta de mi nada querida sobrina, hija de Jin. Si, él había cumplido el sueño de nuestros padres. Un gran chef, con una chef como esposa y próximamente una hija chef. Por qué eso es lo que le están inculcando al pequeño monstruo, según lo que me ha contado mi hermano. 
La vida de mi hermano se basa, en los restaurantes, su esposa, su hija, los restaurantes, su hija... ahhh ¿ya mencioné los restaurantes?, entonces, su hija y su esposa, Aahh si... los restaurantes.
Mi mandare convenció a Jin de ser chef, y a decir verdad, sería algo extraño que no lo fuera. Siempre se la pasaba dentro de la cocina, preparando la comida e intentando no quemarla. Su gran apetito lo llevó a encontrar el trabajo de su vida. Sorprendentemente, no está gordo.

Sin en cambio yo... pues... no tengo una pareja, por lo menos fija. Y mucho menos tengo a un hijo, soy alérgico a eso. Mi única y debo decir que es la mejor compañía que tengo, es mi perro. Bueno... perra, mi fiel y dulce baby. Alguien a mi altura y poco más de mi peso... los san bernardo comen muy bien.

—Está  todo listo para sus vacaciones, joven Kim.—

—Gracias, puedes irte.—

Era noche, mi trabajo había terminado. Al menos por ese día. Subí a mi auto y comencé a conducir rumbo a mi departamento. Baby espera por mi.

Entre a mi gran departamento y de inmediato baby llegó a recibirme. Me dio un abraso de los que matan, para después intentar dejar residuos de su baba en mi rostro.

—Yo también te extrañe, pero no exageres.

Deje mi saco en el perchero y acomodé  las llaves en su lugar. El teléfono soñó, y eso provocó que baby ladrara por un momento.

—Silencio, solo es una llamada.

Hice a un lado a mi preciada perra y procedí a  tomar el teléfono, respire hondo para calmar el estrés y contestar de la mejor manera posible.

—¿Qué?.

Fallé.

—Hasta que contestas amigo, salgamos a divertirnos. Lo necesitas.

—No puedo...

—Lo sé, lo sé. Tingui qui tribijir.

Reí por eso.

—Estoy cansado.

—Vaya, hasta que le cambias. ¿Por qué no salimos? Así sales de la rutina, recibes de buena manera tus próximas vacaciones, recuperas tu vida sexual y le brindas una buena cara al insoportable de tu hermano.
Todos ganamos.

—¿Te ha hablado Jin?.

—¿Qué si me ha hablado?. Cada noche tengo una pesadilla nueva con él, ¿mi hermano está bien, ha comido bien, cuánto tiempo trabaja?.
Me está volviendo loco. Comienzo a pensar que el no me ve como tu amigo, sino como tu pareja. Esto es horrible.

—Tu eres horrible Ji Min.

—Soy tan horrible, que soy capaz de pagar lo que sea con tal de verte ebrio.

—¿En dónde te veo?.

—Afuera de tu edificio.

Maldito acosador.

—Bajo en un momento.

Después de haber modificado mi atuendo, y de haber alimentado a baby, baje a mi encuentro con mi queridísimo amigo, quién pagaría los tragos.

—Deberías relajarte más seguido Nam, deberías de... buscarte una novia.

—Soy alérgico a eso.

—Tiempo atrás no lo eras.

—Yo soy fiel.

—Eso déjaselo a tu perra, tú sigue con tu vida.

Le mire la al por su último comentario.

—Iré por un trago más.

De esa manera le hice saber que no quería seguir hablando.

—Hey amigo, sírveme un trago. Que sea fuerte.

Llame la atención de uno de los chicos  que se encontraban  ahí.

—¿El que yo quiera?.

—Si.

De inmediato este comenzó a moverse para preparar mi bebida.

—Soy Hebe, fémina.

Era una chica.

—Lo siento, yo no... no me di cuenta.

—No tienes que disculparte, ¿vienes solo?.

—No, vengo con una amigo, el está ocupado.

Desde lejos pude observar a Ji Min comiéndose a una chica,  lo siento por ella.

—¿Mala noche?.

—No ahora que tengo con quien platicar.

Ella soltó un un jadeo en burla,  pero pude imaginármelo de diferente manera.

—Me voy.

—No, ¡Hebe!.

No se inmutó en mirarme de nuevo, ella solo se quitó el mandil que traía puesto y se fue.
Dejándome una hermosa vista, gracias a su partida.

—Oye Nam, ¿ya te presenté a mi amiga?, ¿no?. Bueno pues ella se llama... ¿Cómo te llamas preciosa?.

Ji Min jugueteaba con la chica que hace unos momentos besaba, lo que menos quería era perder el tiempo ahí. Él estaba completamente ebrio, y era muy notorio lo que pasaría entre esos dos durante la noche.

—Ji Min, me iré a casa primero.

— Pero Nam, no trajiste carro. Y dijiste que te la pasarías conmigo. Bueno... No es que quiera tener una noche descontrolada contigo, es solo que... bueno vete. Que te vaya bien.

Corrí afuera del bar en el que me encontraba, me dirigí a la salida de empleados, espere un rato por ella.

Una hora, dos, tres. Y ella, no salía.

—Se ha marchado.

...

||Marry Me Today||  BTS... TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora