||Marry Me Today|| BTS... Terminada

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La familia preparaba comida en el patio, algunos primos menores jugaban con Jung Kook, mi padre y mis tíos bebían algunas cervezas y mi madre y mustias charlaban sobre lo más interesante en su vida, sus hijos. Yo aún seguía pensando en lo que había mencionado mi prima, la popularidad de Nam Joon, tenía conocimiento sobre lo popular que llegaba a ser mi hermano, algunos llegaban a buscarlo en el bar, sabían de mi y se les facilitaba el contactarlo por medio de mi. Pero tenía en cuenta que mi profesión no era de la suficiente altura que la de mi hermano y ahora, que la de Nam Joon. Era más que obvio que Sa Na se refería a Kim Nam Joon, al chico que ahora tengo por pareja.

—Es soltero, pero no podrá decir lo mismo cuando me conozca.

—¿Cómo es que sabes de él? .

—Es conocido por sus obras, las mejores empresas lo buscan y si Yoon Gi es amigo de él apuesto que consiguió ese trabajo por Nam Joon.

—Eso no es así, Yoon Gi es un gran amigo y un ingeniero excepcional. No es la primera vez que lo buscan para trabajar con ese tiempo de personas.

Nam Joon había despertado.

—¿Tú? .

Se acercó a mí.

—¿Dormiste bien, descansaste? .

—Si, me siento mejor. Gracias por la sopa y el té, me ayudó mucho.

Se dirigió a mi madre.

—No agradezcas, es lo menos que puedo hacer.

—En verdad gracias.

—Oh, Sa Na, él es...

—Kim Nam Joon.

—Si, veo que lo conociste, mi yerno.

—¿Yerno? .

—Si, vino a pedir nuestro permiso para salir con Hebe, ya se lo he dado, gracias por las referencias, Sa Na. Ahora sé que mi hija está en buenas manos, no sólo económicamente.

—Siento mucho el haber arruinado tus planes, Sa Na.

—No cantes victoria, Eun, aún no me rindo.

—Sa Na, tranquilízate.

—Es la verdad, no me pienso rendir.

—Debo decirte que tienes que hacerlo, no tengo ojos para nadie que no sea Hebe.

—Sa Na, tu bebé está llorando.

Una de mis tías llegó, recalcando la palabra "tu" y "bebé", creo que de alguna manera estaban de mi lado.

—Nam Joon, hijo, ¿por qué no nos ayudas con la carne? .

Mis tías podían ayudarme, pero nunca se sabía de qué lado estaban.

—De ninguna manera, él se quedara con los hombres, ósea nosotros, un verdadero hombre se queda a encender la parrilla para la carne asada.

—Son siete hombres intentando prender la parrilla ¿qué acaso... No pueden? .

—No es eso, mujer, es solo que necesitas estudiar la situación y después utilizar nuestras mejores medidas, algunas veces drásticas.