||Marry Me Today|| BTS... Terminada

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No me di cuenta del momento en el que me quede completamente dormida. Toda mi habitación seguía igual, oscura, mi cuerpo estaba acomodadores diferente manera a la que estaba cuando había llegado, no tenía frío, había mantas cubriendo mi cuerpo y unos brazos rodeándolo. No hice nada para moverme, por la manera en la que me abrazaba y el leve olor que lograba percibir logré  afirmar que  se traba de mi hermano.

Yoon Gi había llegado a invadir mi cama y eso no me molestaba, en lo absoluto, me alegraba saber que  pasaríamos un momento juntos y lo hacíamos a manera de que ambos lo disfrutáramos, durmiendo. Me acerqué más a él y también lo abracé, no me importó la hora y mucho menos aún sabiendo que esperaban por él en el bar, era egoísta, pero quería tenerlo por unas horas más así, sin que nadie nos molestara, solo los dos. Durante mucho tiempo no lo vería y eso me hacia entristecer, quería que su calor se guardará en mi un poco más. Me sentía bien con él a mi lado.

—Dentro de cuatro horas tenemos que ir al bar.

—Cállate y duerme.

Sentencié.

—Mamá nos matará si no vamos ¿tienes idea de lo que está tramando? .

Si.

—No.

—Debí suponerlo, quería ir encuentro salí del trabajo, pero cuando llegué a ducharme y te encontré durmiendo, se me hizo más tentadora la idea de quedarme contigo.

—No has dormido.

—Si dormí.

—¿Cinco minutos en tu escritorio? .

—En realidad fue media hora. Tenía que recuperarme para volver a casa vivo.

—Duerme.

—Me preocupas.

—Duerme.

—Algo anda mal.

—Duerme.

—Hablaremos de esto cuando regresemos. Ahora, solo duerme.

Después de eso me costó trabajo dormir, pero después de que me abrazó y depósito un pequeño pero significativo beso en mi frente, sobre las hebras  de cabello que se le atravesaron me dejé llevar.

Cuando el teléfono comenzó a sonar, debido a la alarma que había puesto mi hermano, fue hora de despertar. Momento cruel. Pero debíamos hacerlo, mi hermano trato de hacer que despertara de la mejor manera posible, pero después de que le haya dado la espalda por sexta vez decidió quitarme las sabanas. Me acomodé  boca abajo, cubriendo mi rostro y eso le dio la gran oportunidad de jalar de mis tobillos. No funcionó. Logré calmarlo con un golpe por medio de una almohada aventada justamente en su rostro, pero eso solo le hizo gruñir divertido. Ya no jaló de mí y solo me dio una nalgada y salió de mi habitación a gran velocidad.

—¡Morirás Min! .

Después de una compleja lucha con mi hermano, de que me pidiera con sus mejores frutos que lo dejara en paz y de que se disculpara con un lindo pero humillante baile decidimos salir. Aún teníamos tiempo, él manejaba y yo como toda buena hermana iba en la parte de atrás, dándole indicaciones.

—Pasemos por unas paletas eludas, Jaime.

—No soy Jaime.

—Aahh lo siento, no te escuche ¿qué quieres que mi madre se entere de los hechos? .

—Vamos en camino  por unas paletas de hielo.

No tenía opción, si mi madre se enteraba lo iba a dejar sin mimos por un largo tiempo, además del tiempo que estaría fuera.