-Traidora...-
-Nunca escaparás de tu crimen.-
-Asesina...-Reyna quería hablar, pero sus labios no pronunciaban palabra alguna. Era como si sus cuerdas vocales hubieran desaparecidos. Su cuerpo convulsionaba violentamente y su espalda se arqueaba como si se tratara de una posesión demoniaca.
•••Carter comenzó a luchar contra aquella fuerza invisible que intentaba detenerlo de llegar hasta donde Reyna. Él soltaba conjuros y maldiciones (maldiciones reales) en árabe y hacía girar su kopesh como si fuera un auténtico soldado egipcio, cuando de repente alguien apareció a su lado girando una espada al estilo griego.
—Es bonito verte nuevamente, Kane.— Dijo Percy. —¿Qué estamos combatiendo exactamente?—
—Ni puta idea.— Contestó Carter y cayó al suelo. Sintió como garras le arañaban el pecho a pesar de estar cubierto por un abrigo.
Percy observó como Nico le hizo señal para que se agachara y eso hizo.
—¡ALTO!— Gritó El Rey de los Fantasmas, y toda aquella actividad paranormal se detuvo.
Percy, Will y Annabeth se acercaron corriendo a Reyna, quien temblaba y tenía los ojos en blanco. —Necesita néctar.— Dijo Will, lleno de preocupación.
—Carter, ayúdame.— Ordenó Nico y Carter corrió a donde él. El mago comenzó a realizar toda clase de hechizos que funcionaban ocasionalmente, pero la energía fantasmal era demasiado poderosa.
•••—¿Qué le sucede?— Preguntó Percy, entrando en pánico. —¿Porqué convulsiona?—
Will negó mientras intentaba hacerla tomar néctar. —Entró en un estado de shock. Esto tiene que ver con el sistema nervioso. Demonios, ¿Qué le pasa?—
•••—¡Escuchad!— Ordenó Nico a los fantasmas. —Abandonarán esta casa y a la Pretor Reyna.—
-Es una asesina...- Susurraron los espíritus que comenzaron a rodear a los semidioses como si se encontraran en medio de un tornado. -Es una traidora.-
Reyna arqueó la espalda violentamente, Percy y Annabeth la detuvieron de que se lastimara. Carter corrió a donde ellos y sostuvo el rostro de Reyna mientras Will intentaba por todos los medios de que ella sufriera un paro cardiaco, ya que aquel espíritu estaba jugándole horribles bromas al cuerpo de Reyna.
•••—No es una asesina o un traidora.— Defendió Nico. —Es una Hija de Belona.—
-Es adicta a la sangre...-
-Nunca escapará de su crimen...-—No cometió ningún crimen. Ahora, les ordeno que abandonen estas tierras y a la joven.—
-¡Jamás!- Dijeron los espíritus al unísono y el torbellino se volvió más fuerte.
En ese momento Reyna comenzó a experimentar falta de aire y comenzó a hacer arcadas.
—No, no, no, no.— Tartamudeó Will.
-Sus lágrimas son falsas...Su corazón es de metal...Ella está maldita de nacimiento...ella es como usted, Rey de los Fantasmas. Ella trae la discordia y usted trae la muerte.-
Si así quieren jugar, así jugaré. Pensó Nico.
Percy y Nico intercambiaron miradas.
—Ten cuidado con lo que hagas, Di Angelo.—Dijo Percy, apuntando a Reyna.
Nico sonrió y dijo:
—No le pasará nada. Aun le queda mucho por vivir.—
Nico Di Angelo tomó su espada de hierro estigio y apuntó en dirección al las baldosas.
—¡YO SOY EL REY DE LOS FANTASMAS! Y ME OBEDECERÁS A MI. AHORA, LES ORDENO QUE ABANDONEN ESTE LUGAR Y EL CUERPO DE REYNA.—
Con esas palabras Nico enterró su espada en el suelo y una enorme grieta se abrió. De los labios de Reyna salió un extraño ser semi-transparente y aquel tornado que los rodeaba se desapareció. Percy se puso de pie y caminó hasta donde Nico.
—¿Qué ha sido todo esto?— Preguntó Percy.
Nico envainó su espada y sintió una vergüenza horrible.
—Ya he roto demasiadas promesas de privacidad de Reyna. No debo hablar más de lo que ha pasado aquí. Simplemente hay que irnos de aquí.—
Percy lo aguantó por los hombros. —Hiciste lo que tenías que hacer. Y te felicito.—
Nico logró dejar salir una media sonrisa. —Gracias, Percy.—
Ambos corrieron a donde estaba Reyna.
—Se encuentra bien.— Dijo Will. —Aunque necesita reposo, ¿Nos vamos de vuelta al Argo?—
Carter asintió y comenzó a escribir jeroglíficos en el suelo. Un portal se abrió en esos momentos. —Saltemos.— Dijo, y tomó a la inconsciente Reyna en sus brazos.
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Nobles Almas
FanfictionDespués de la guerra contra Gea, los siete semidioses tienen una gran duda: ¿Qué sucedió con el ridículo, valiente y noble Leo Valdez? Carter Kane se encuentra deprimido por la muerte de su único amor, Zia Rashid. Para animarlo, su hermana Sadie dec...