Cuando llegaron al Argo II Percy no pudo reprimir un quejo de rabia tan pronto vio a Calipso entrar a la enfermería con Will Solace a atender a Reyna.
—Tu, ven aquí.— Ordenó Percy.
Calipso se mostraba claramente confundida, pero ella no dijo nada y caminó al pasillo de madera donde estaba Percy, quien actuaba con más irritación que nunca.
—¿Qué pasa?— Preguntó Calipso.
Percy no pudo contenerse y la agarró de la muñeca; sus hermosos ojos verde mar se mostraban turbios, llenos de emociones negativas.
—No me vengas con esas preguntas estúpidas.— Susurró. –Nos debiste haber alertado de lo que sea que haya sucedido en San Juan.—
Calipso apretó los labios.
—Si te conocieras mejor, Perseo...
—¿De qué hablas?— Preguntó Percy.
—Entiende que yo solo estoy aquí para alertar de ciertas cosas, pero el futuro no puede ser prevenido.—
—¿Así que piensas dejar a alguien morir porque simplemente su muerte no puede ser prevenida?—
Calipso asintió en silencio y Percy comprendió lo sobre protector que se comportaba con el equipo. A estas alturas de su experiencia él debía comprender que cosas así sucedían. Percy negó lentamente mientras se apretaba el cuello. —Lo siento...lo siento. Creo-creo...—Desde que había vuelto de aquella misión él actuaba bastante sobre protector con sus amigos. Dentro de sí, Percy sabía que todos corrían un riesgo enorme, y que aquello que le había sucedido a Reyna era solo el comienzo de lo que le sucedería a todos.
— Ayúdame en la enfermería con ella.— Dijo Calipso —Tal vez el ver que estará bien te hará sentir mejor.—
Percy sonrió un poco y la siguió hasta la enfermería. Ellos se toparon con Will Solace, quien estaba sentado a un lado de la cama donde reposaba la reina adolescente quien parecía sumida en un sueño eterno. Will cabeceaba, pero salió de la enfermería y tras un largo bostezo dijo:
—Si despierta, alértame.
Calipso asintió y Will cerró la puerta. Ni Percy ni ella podían despegar sus ojos de Reyna.
—Esto...toda esta misión es una locura, y mira que yo sí sé de misiones locas.— Dijo Percy, quien sonaba ya más relajado.
Calipso asintió mientras le daba néctar a Reyna.
—Comenzó siendo una locura y terminará siendo una locura.— Susurró la ninfa.
—Dices lo que sabes que nos mantendrá con vida, ¿cierto?—
La ninfa asintió nuevamente y se colocó un mechón de pelo tras la oreja. Percy notó por primera vez que Calipso tenía orejas puntiagudas, casi como las de un elfo o una hada.
—Cal...—
Calipso lo observó a los ojos y Percy sintió una horrible culpa. Él le había prometido sacarla y le falló.
—¿Sí, Percy?—
Percy negó lentamente. —Quiero-quiero decir que-
—Sé lo que vas a decir. Y por favor: No lo digas. No fue tu culpa. Hera me necesitaba en la isla por un par de años más, no era mi tiempo de salir todavía.—
Percy empujó una débil sonrisa.
—No entiendo—
Calipso se arregló su cabello y habló.
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Nobles Almas
FanfictionDespués de la guerra contra Gea, los siete semidioses tienen una gran duda: ¿Qué sucedió con el ridículo, valiente y noble Leo Valdez? Carter Kane se encuentra deprimido por la muerte de su único amor, Zia Rashid. Para animarlo, su hermana Sadie dec...