Leo pidió que se dividieran en dos para buscar algunas medicinas necesarias y artículos para el Argo.
—¡Están en pareja, no se distraigan!— Dijo Grover, despidiéndolos.
Percy ríe y baja del barco con Annabeth, Carter, Reyna, Leo, Calipso, Nico, Will, Jason, Piper, Frank, y Hazel. La pretora les dio las direcciones de donde podrían conseguir lo que necesitaban, y los vio perderse entre la nieve y los cuerpos de personas muertas que no pudieron encontrar refugio.
—Debemos detener a Quíone antes de que siga asesinando gente, Annabeth.— Dijo Percy.
La rubia se cubrió la boca y asintió, ella aguantó con fuerza el papel que Reyna le había dado y ambos rompieron el cristal de un auto para buscar los cables de cobre que Leo había pedido.
—Me preocupa Reyna.— Dijo Annabeth, luego de un silencio.
—¿Qué sucede?— Preguntó Percy mientras conducía.
—La he notado...extraña, distinta. No es la misma desde hace un par de días.—
Percy se mantuvo en silencio meditativo un largo rato. Él todavía no podía borrar de su mente las palabras de Calipso.
—Sucede algo, ¿Cierto?— Insinuó Annabeth.
Percy esquivó un cadáver de la carretera y apretó con tanta fuerza el volante que sus nudillos estaban blancos.
—Las palabras de Calipso no fueron reconfortantes para ninguno de nosotros dos. Ella hablaba que lo peor se avecinaba, algo terrible para mí. También se negó a darle Reyna explicaciones que por razones lógicas tenía que darle.—
Annabeth pensó por unos momentos.
—Calipso conoce demasiado bien la situación.— Reflexionó Annabeth.
—¿Por qué piensas eso?—
~Ella conoce todas las opciones y sus resultados, ella nos conoce demasiado bien a todos. Calipso sabe cómo actuarían ambos si conocieran el futuro de la misión. Ella simplemente intenta protegernos.~
Percy no habló más. Simplemente se limitó a besar la parte de atrás de la mano de Annabeth y conducir.
•••
Reyna se había limitado a caminar rápidamente sin mirar a los lados. Sus galgos podían hacer el trabajo de vigilantes por ella. Mientras más ella se acercaba a la calle Fortaleza, más fuertes se hacían los susurros en su cabeza.
-Asesina....-
-Cobarde...-
-Nunca escaparas de tu crimen...-
-Serpiente traidora...-
Sigue caminando, Reyna. Sigue caminando. Lidiaste con ellos en verano, podrás hacerlo ahora. Pensó.
Carter sabía que algo le sucedía. Reyna simplemente se volvió fría como el hielo. Pero cada vez que intentaba acercarse, Aurum y Argentum le gruñían. El mensaje era más que claro. Reyna quería estar sola. Piper, quiero matarte. Pensó Carter. Piper McLean había sido quien aconsejó que ambos fueran juntos a buscar el ácido bórico y otros artículos médicos que hacían falta. Eso no le hizo gracia ni a la puertorriqueña ni al afroamericano.
—Pretor, sé que necesitas hablar. Algo te está incomodando.—
—Nada me sucede, Carter. Solo sigue caminando, tenemos un largo camino hasta el Centro Médico de Rio Piedras.—
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Nobles Almas
FanficDespués de la guerra contra Gea, los siete semidioses tienen una gran duda: ¿Qué sucedió con el ridículo, valiente y noble Leo Valdez? Carter Kane se encuentra deprimido por la muerte de su único amor, Zia Rashid. Para animarlo, su hermana Sadie dec...