"Llévame a la iglesia
Trabajaré como un perro con tus mentiras
Te diré mis pecados para que puedas afilar tu cuchillo
Ofréceme la peor muerte de todas
Dios mío, déjame darte mi vida"
-Take me to church, Hozier•••
Nico sabía que no podía quedarse así para siempre, así que decidió intentar algo loco. Algo que solamente había escuchado de la boca de un hijo de Hades del siglo XV.Devolver el alma al cuerpo.
Si Nico había podido fantasmagorizar a un legionario, resucitar a un muerto no debía ser tan difícil. Nico se levantó del suelo y corrió hasta la enfermería donde vio como Percy y Piper cubrían con una sábana el cuerpo de Will Solace. Nico rápidamente notó el ambiente al rededor de los presentes en la enfermería. Piper no miraba a Nico a los ojos, y Calipso se limitaba a guardar todos los medicamentos en silencio mientras se enjuagaba las lágrimas. Pero por mas sorpréndete que pareciera, la expresión que mantenía a Nico helado era la expresión de Percy. El hijo de Poseidón tenía los ojos rojizos y la mirada llena de coraje e ira. Casi como si ambos compartieran ese mismo sentimiento hacia la muerte de Will.
—Percy— Nico dijo —. Dame un segundo con él.—
Percy y Calipso intercambiaron miradas de preocupación, pero no pusieron objeción ante las palabras de Nico. De todos modos, ¿Quién era Percy para hacer tal cosa?
—Claro, di Angelo...vámonos, chicas.—
Cuando Percy y las chicas estuvieron por salir, Nico ordenó que Piper se quedara.
—¿Para qué?—Piper preguntó.
—Tu lo convencerás a que vuelva a la vida.— Susurró Nico.
Percy quedó helado frente a la puerta cuando Nico dijo esas palabras. Él intercambió miradas con Piper, quien mirando el cuerpo inerte del rubio susurró:
—Nico,...eso...nunca se ha-
—Sé que nunca se ha hecho, McLean, por eso lo haremos. Ahora, comienza a embrujahablar.—
Percy y Calipso se quedaron frente a la puerta con los demás presenciando con el corazón en la garganta lo que estaba por suceder. Nico, sea lo que sea que estés por hacer...sé valiente. Pensó Percy.
—Will— dijo Piper —, sé que estás ahí adentro. Por favor...te necesitamos, Solace ¡Despierta!—
Nada.
—No funciona.— Susurró Piper a Nico.
—Sigue intentando— presionó Nico —, Will no se nos puede ir así porque sí.—
Nico comenzó a hacerle presión sobre su pecho, intentando revivirlo. Era un poco irónico ¿no lo creen? El hijo del dios de la muerte intentando revivir a alguien. —Maldita sea, Will ¡Despierta!— Gritó Nico.
Piper comenzó a embrujahablar nuevamente, pero Will no despertaba. De repente Piper se quebró y cayó sentada en una silla sollozando.
—Lo siento, Nico. Perdóname. Lo siento.—
Hazel caminó hasta donde Piper y la abrazó fuerte. Nico, con lágrimas en los ojos se volteó y observó a Calipso, quien lo incitó a intentarlo una vez más. Nico tomó un gran respiro y se acercó nuevamente al cuerpo de Will.
—Sé que estás ahí adentro, maldito presumido. Tu no me vas a abandonar, ¿entiendes? No hoy. No nunca.— Nico comenzó a ejercer presión sobre su pecho.
—Maldición, Will ¡despierta!— Gritó Piper.
Percy notó como Will movió su mano izquierda. —Sigue, McLean, creo que hizo un reflejo.— La alentó Percy.
Piper y Nico intercambiaron miradas y por primera vez en mucho tiempo Nico soltó una sonrisa.
—Vamos, Will. Sé que estás ahí adentro.— Susurró Piper.
Nada.
—Oh, por el amor a Hades, Solace. Si Percy y Annabeth sobrevivieron en el Tártaro tú puedes despertar. Sé fuerte, Will.— Dijo Nico.
Algo lo alentó a decirlo. Algo en su interior le susurraba que dejara de esconderse, que por más que no quisiera admitirlo debía salir de ese clóset.
—Hazel.— Dijo Nico.
Hazel tomó un paso al frente. Nico la miró y dijo:
—Perdóname por lo que voy a hacer.—
Hazel lo observó confundido, pero al ver los rostros perplejos de Percy y Jason ella supo que era algo no tan positivo. —Nico...—
Nico pretendió no escucharla, agarró a Will por los hombros y gritó:
—Diablos, Will, ¿Me piensas dejar así sabiendo que yo te amo? ¿Qué raza de pendejo eres?— Con eso Nico besó sus labios.
Cuando Nico se separó sintió el ardor en sus mejillas, pero al ver que Will no despertaba dejó caer su cabeza sobre su pecho y llorando susurraba:
—Por favor...por favor, no me dejes...—Pasaron diez segundos cuando Nico escuchó unos latidos que se hacían más rápidos.
—Vaya— Dijo Will, medio adormecido. —Por fin lo admites.—
Nico alzó la cabeza y lo observó a los ojos. Esos ojos azules tan hermosos que lo traían loco desde la batalla de la Colina Mestiza. —Te odio, Solace.— Gruñó Nico.
—Desde luego que me odias.— Dijo Will con sarcasmo.
—Bienvenido al club de los resucitados.— Dijo Leo, desde la puerta.
Nico se había olvidado de los demás. Cuando se volteó vio a Hazel intentando digerirlo todo. Nico se apartó de Will por unos segundos, quien rápidamente se dio cuenta de la situación. Todos hicieron espacio para Hazel, quien hablaba entre susurros con Leo.
Frank puso una mano en el hombro de Nico y sonrió. —Hazel, yo...
Nico no pudo terminar la oración. Sentía demasiado bochorno. Hazel lo miró a los ojos y dijo:
—Si ese rubio te parte el corazón se las va a ver conmigo, ¿OÍSTE, SOLACE?—
Todos observaron a Hazel sorprendidos. Los rostros pasmados de Percy y Grover eran épicos.
—¿Qué? ¿No me- pensé que tu me ibas a...¡No entiendo nada!— Dijo Nico agarrándose el cabello.
Hazel soltó risitas. —Provengo de otros años, Nico. No estoy de acuerdo con nada de esto— dijo señalando a su alrededor —, pero tu eres mi hermano. Y no pienso permitir que nadie ni nada te haga daño. Te quiero mucho. Me quedaré a tu lado sin importar qué ¿Y esto? Rayos, eres valiente.—
Sin decir nada más Hazel lo abrazó fuertemente. Nico derramó unas pocas lagrimas.
—Gracias, Hazel.— Susurró Nico.
—De nada, Nico.—
•••Percy, Jason y Reyna caminaron hasta donde estaba Will, quien recibía atención médica de Calipso.
—¿Te sientes bien, Solace?— Preguntó Jason.
Will asintió, Percy notaba como él seguía desorientado. Él recordó que había visto la misma expresión en Reyna cuando despertó de aquella cosa que la había poseído en San Juan.
—Así que— Percy comenzó a decir —, tu sí eres el tipo de Nico.—
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Nobles Almas
FanfictionDespués de la guerra contra Gea, los siete semidioses tienen una gran duda: ¿Qué sucedió con el ridículo, valiente y noble Leo Valdez? Carter Kane se encuentra deprimido por la muerte de su único amor, Zia Rashid. Para animarlo, su hermana Sadie dec...