Cayendo al vacío

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Carter ya iba a enloquecer. Desde que había visto a Reyna se había sentido flechado por Cupido y ya le costaba negarlo. Le costaba tanto que ya los demás chicos comenzaban a sospechar.

—Diablos, Carter ¿En que piensas? Ayúdanos.— Lo apuró Percy mientras reparaban las velas, traspasadas por unas estalactitas de hielo que Quíone seguramente había mandado luego de otra nevada sorpresa.

Carter negó con la cabeza y en silencio le lanzó a Jason una soga.
Percy escuchó a Jason y Leo soltar unas risitas. Cuando Percy alzó la vista los encontró haciendo la forma de un corazón con sus manos. Percy captó el mensaje. Carter estaba locamente enamorado.

—Ohhhh...— Susurró Percy, y sonrió maliciosamente. El hijo de Poseidón hizo girar la herramienta que traía en la mano y se la lanzó a Leo, quien montaba un águila gigante AKA Frank para reparar el mástil de la nave. Percy notó como el clima cambio de extremadamente frío a cruelmente frío. Y la temperatura era mucho más cruel cuando el barco se encontraba surcando los cielos.

—¡Oye, Valdez! ¿No tienes algo para calentarnos? ¡Nos morimos de frío!— Se quejó Carter.

Leo encendió toda su cabeza en llamas y por lo menos eso apaciguó un poco la cosa, pero Percy sabía que él también había notado el cambio de clima.

—Vamos a dejarlo aquí muchachos, yo me encargo. No se me vayan a morir de hipotermia.— Dijo Leo jocosamente.

No hizo Leo mas que dar la orden cuando los chicos bajaron del mástil y se dirigieron a la cocina para preparar algo caliente. Percy caminó hacia la habitación de Annabeth, quien se encontraba enseñándole a Hazel un poco de tecnología.

—¿Has visto a Grover?— Preguntó Percy a Annabeth.

La rubia negó y cuando iba a hablar unos fuertes vientos movieron con tanta fuerza el barco que lo último que supo fue sentir que caía al vacío.
•••

Jason tomó a Percy por los brazos y el hijo de Poseidón entró en acción. Percy ordenó a las olas a amortiguar la caída a medida qhe Jason controlaba los vientos para que la caída del Argo II no fuera tan aparatosa.

—¿Qué carajos pasó?— Preguntó Percy, saliendo del agua, él aún sentía su corazón en la garganta.

Jason se encontraba pálido, él simplemente negó.

—No lo sé, pero de algo estoy seguro— dijo Jason —. Quíone metió la mano en esto.—

Percy asintió y cuando llegaron al Argo vieron dos escenas cómicas. Leo se encontraba amarrado al mástil con su cuerpo envuelto en llamas y Frank se encontraba convertido en gato y con sus garras enterradas en el techo de la cocina.

—¿Qué pasó?— Preguntó Percy, ya un poco más calmado.

Leo se deslizó por el mástil, Percy notó que el hijo de Hefesto tenía una herida abierta en la frente, tal vez producto de aquella espantosa caída, pero eso no lo detuvo se correr junto con Percy y Jason hasta el cuarto de controles donde los servidores de gravedad se encontraban congelados.

—¡Maldita puta!— Exclamó Valdez.

Jason y Percy intercambiaron miradas de preocupación. —Me costará fácilmente dos días repararlos, ¿Creen que hayan problemas con eso?—

Percy negó. —No, pero eso significa que algo peor que una simple ventisca fría se acerca. Iré a verificar en el mar, ¿Jason, vas por los aires?—

Jason sonrió y junto con Percy corrió afuera a verificar. Leo iba sacando par de cosas de su cinturón porta herramienta cuando de repente escuchó los gritos y discusiones del grupo arriba.

—¡Hazel!— Gritó Leo, al verla correr por los pasillos. —¿Qué pasa?—

Hazel se volteó, ella apretaba una compresa de hielo contra su frente.

—Leo, Will no aparece por ninguna parte.—

•••

Reyna y Calipso esperaban por todos los medios que Nico no despertara hasta que Will apareciera.

—No aparece por ninguna parte del Argo, Alteza.— Dijo Calipso, una vez llegó a la habitación. —Mis visiones tampoco dicen nada...maldita sea Delfos.—

—Crees que tal vez...

Reyna no pudo terminar la oración cuando Leo y Hazel aparecieron en la puerta.

—¿Hay noticias de Will?— Preguntó Hazel.

Calipso negó y Reyna apretó la gasa contra la frente de Nico.

—Permíteme.— Dijo Calipso.

—Cal, no lo comprendes. Si él despierta y se entera que Will-

—Will no está muerto— Interrumpió Hazel. —, pero llegué a la conclusión que tal vez cayó al mar.—
•••

Desde la ventana del comedor Annabeth logró ver cuando Percy salió del mar con Will a los hombros. Hay, no...pensó al ver los rostros preocupados de Jason y Percy.

—Tráiganlo a la enfermería, ¡Rápido!— Gritó Piper, entrando en pánico.
•••

Lo que despertó a Nico no fueron las medicinas, ni siquiera fue su propio cuerpo, fue el dolor en su pecho al sentir otra alma bajando al Inframundo. Y no había sido cualquier alma, había sido el alma de Will Solace. Nico se levantó de golpe y dejó salir un espantoso grito que hizo que Hazel y Reyna entraran de golpe a su habitación.

—¿PORQUÉ? ¿QUÉ PASA? ¡DÍGANME QUE ES MENTIRA!— Gritaba Nico, e intentó correr hacia la enfermería, pero su cuerpo aún seguía muy débil y él cayó al suelo.

Reyna lo aguantó por los brazos y lo observó en plan: Ya todo está hecho. Para Nico esto era una pesadilla de la cual él deseaba ser despertado. Pero uno no podía regresar los muertos a la vida. Nico se sentía impotente, lleno de ira, con sed de venganza, y sobretodo devastado. Nico se había enfrascado tanto en su propio orgullo que nunca le confesó a Will lo que sentía por él. di Angelo dejó caer su cabeza en el hombro de Reyna y sollozó.

Nobles AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora