Capítulo 35: No hagas promesas que no estás dispuesto a cumplir.

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-Nada va a separarme de ti, ni siquiera Shane y todos sus amigos —Jane parpadeó al ver como esos ojos la traspasaban y como sus palabras sonaban como una armadura de plomo que los protegería de cualquier peligro. No había duda, él iba a luchar por cumplir sus palabras.

A Jane no dejaba de impresionarle esa manera tan dulce hablar, de mirarla; como le temblaban hasta las piernas y como el corazón se le agitaba enloquecedoramente, e incluso como todas sus penas y preocupaciones desaparecían mágicamente, cuando estaba con él.

Sus labios frágiles se aproximaron a los de ella, hubo una chispa que estremeció a ambos al momento de rosarse. Jane abrió los labios temerosa por tanto carga que había en su mente, pero al instante se permitió disfrutar del mágico momento dejándose llevar sin miedos.  Rodeó su cuello y lo abrazó con fuerza, mientras sentía como las manos tibias de él se colaban por debajo de su blusa. Al momento de sentir el fuego arder dentro de ella disminuyó la intensidad del beso.

-Debo irme lo sé —Murmuró Tom sin querer separarse, y continuó adueñándose de sus labios hasta que supo que era el momento de marcharse.

-¿Vas a ir a clases mañana? —Le preguntó, Jane asintió pesadamente.

-Sí, porque de cualquier manera mañana me será difícil verte.

-No importa, ve a la clínica, yo no le tengo miedo a nadie —Jane suspiró cansada.

-Mira, no voy a hacer nada que vuelva a provocar a Shane a hacerte daño así que ni me supliques.

-¿Y entonces? —Jane se quedó callada durante mucho tiempo. ¿Qué hacer? ¿Qué era lo mejor? ¿Cuál era la salida? ¿Existía realmente?

-No lo sé, veré que puedo hacer… —Hizo una pausa —Creo que iré a hablar con él… —Confesó en un murmullo.

-¿Qué?

-Sí

-No Jane, no puedes. No lo hagas por favor.

-Tengo que aclararle las cosas…

-¿Aclararle qué? ¿Qué estamos saliendo? ¿Qué nos queremos?

-¡No Tom! ¡Tengo que decirle que lo que vieron fue una equivocación, que no pasó… que estaba borracha…! ¡No sé! —Replicó con desesperación.

-¿Quieres que sigamos fingiendo que somos amigos? —Cuestionó alterado, ella negó lentamente — ¿Entonces quieres que todos se enteren que estamos juntos? —Jane volvió a negar, Tom jadeó desesperado —Es eso Jane, o daré por hecho que hemos terminado… —Jane endureció su expresión ante la idea, y la desesperación aumentó.

-¡Quiero que estemos juntos tanto como tú, pero joder! ¿Cómo lo hacemos sin que te hagan daño?

-¡Deja de preocuparte por mí! —Gritó y Jane se sobresaltó, era la primera vez que lo veía tan furioso.

-¡Es imposible, conozco los alcances de Shane! ¿No recuerdas que fui su novia por años? ¿Qué fui parte de ellos?

Tom se levantó y guardó silencio. Su pecho subía y bajaba a un ritmo acelerado, lo que le decía Jane le parecía algo inconcebible y no estaba dispuesto permitirlo de ninguna manera.

-Me voy —Dijo muy seriamente.

-Vale —Respondió Jane. Tom dio un paso vacilante hacia la salida pero volvió el rostro hacia a la rubia antes de marcharse.

-¿Iras a ver a Shane? —Preguntó y Jane asintió sin dudarlo. Tom negó repetidas veces para después marcharse. No soportaba la idea de que se viera con Shane, sólo de pensar en que le podría hacer daño o convencerla de alguna manera a volver con él, se le retorcía el estómago.

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