Los días pasaron.
Seungmin volvió a clase.
Con la cara en alto, como si la fiebre, el llanto y el alma rota no hubieran existido nunca.
Respondía a sus profesores.
Anotaba como siempre.
Sonreía
Una noche... simplemente no pudo más.
La habitación del hotel era la misma.
Y no lo era.
Ya no estaban jugando a un amor imposible.
Ya no eran promesas.
Era deseo, rabia, necesidad, dolor.
Cuando Hyunjin abrió la puerta y lo vio parado ahí, con la mochila al hombro y el rostro tenso, no dijo nada.
Solo lo atrajo por la cintura y lo besó.
Ese beso fue distinto.
No uno tímido.
No uno dulce.
Fue desesperado.
Como si hubieran pasado meses sin tocarse.
Como si el mundo se fuera a acabar esa noche.
Seungmin correspondió.
Le arrancó la camisa.
Se aferró a él como si su cuerpo fuera la única verdad que quedaba.
Esa noche, hicieron el amor como si nunca se hubieran amado.
Se comieron con besos rotos.
Se dijeron cosas entre jadeos.
Se hundieron en la piel del otro como si quisieran olvidar.
Hyunjin lo tocó con la devoción de quien teme perder.
Le susurró "te extrañé" más veces de las que Seungmin pudo contar.
Y Seungmin le creyó... solo un poco.
Después, entre sábanas desordenadas y el olor aún flotando en el aire, Hyunjin no se fue.
Por primera vez, no corrió.
Se quedó.
Desnudo.
Frágil.
Enredado entre las piernas de Seungmin, con la cabeza apoyada en su pecho.
Lo buscaba.
Le acariciaba la espalda.
Le besaba los dedos.
Se dormía con el rostro entre su cuello.
Pero Seungmin no podía dormir.
Estaba despierto.
Mirando el techo.
Sintiendo cada respiración caliente del Alfa sobre su piel.
Y entonces lo entendió.
Hyunjin había ido... no porque lo amara.
No porque lo eligiera.
No porque estuviera listo para dejar todo por él.
Había ido porque no soportaba que otro Alfa lo mirara.
Porque el celo de Seungmin se acercaba.
Porque la idea de perderlo era más insoportable que el miedo a seguir mintiendo.
Hyunjin era un lobo asustado.
Celoso.
Impulsivo.
Capaz de decir "te amo" si eso lo mantenía cerca.
Pero no estaba allí por amor.
No del tipo que Seungmin merecía.
Al amanecer, Seungmin se vistió en silencio.
Le dejó una nota en la mesita.
No un "te amo".
No un "volveré".
Solo una línea escrita con su letra temblorosa:
"No confundas el deseo con el amor. Yo ya no lo hago."
Y se fue.
Mientras Hyunjin dormía.
Mientras la habitación aún olía a ellos.
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SUMMERTIME SADNESS
FanfictionSeungmin tenía el corazón joven, los sueños intactos y la inocencia aún latiendo fuerte. Hyunjin era fuego envuelto en seda, un alfa mayor, misterioso, prohibido... y casado. ⠀ Se conocieron por accidente. Se desearon sin permiso. Se amaron en la so...
