La panadería olía a pan dulce recién horneado y a café con leche.
Era una tarde tranquila.
La primavera comenzaba a anunciarse con flores pequeñas entre las grietas del cemento.
Seungmin estaba en la caja, anotando un pedido cuando la puerta se abrió.
Alzó la mirada.
La reconoció al instante.
Yeji.
Con su abrigo beige elegante, el vientre apenas visible y los labios pintados de rosa pálido.
Pero no era eso lo que lo dejó frío.
Fue su mirada.
Tranquila.
Triunfante.
—¿Puedo pedir algo con crema pastelera? El bebé lo necesita —dijo con una sonrisa dulce. Demasiado dulce.
Seungmin no respondió.
Solo asintió y fue a la bandeja.
—Te ves más delgado —comentó ella mientras lo observaba—. ¿No estás comiendo bien?
Él apretó los labios.
Silencio.
—Yo tampoco como bien cuando estoy triste. Pero ahora estoy mejor. Me hace bien saber que Hyunjin está conmigo, que duerme a mi lado, que me acaricia por las noches...
Seungmin sintió que el estómago se le encogía.
La bandeja tembló un poco.
—¿Sabías que su familia está más feliz desde que supieron del bebé? Ya no lo presionan tanto. Parece que por fin están orgullosos de él.
Las palabras caían como lluvia helada.
—Gracias por cuidarlo cuando estuvo perdido. Pero ahora está en casa —concluyó Yeji, tomando su bolsa.
Y antes de irse, se giró con una media sonrisa:
—A veces, Seungmin... uno tiene que aceptar que no era el final de alguien. Solo un error en el camino.
Y se fue.
Dejó un perfume caro en el aire.
Y a Seungmin...
con los ojos llenos de rabia y dolor.
Esa noche, Seungmin no lloró.
No gritó.
No corrió tras nadie.
Solo tomó su celular y bloqueó a Hyunjin.
Luego borró los chats.
Las fotos.
Las notas de voz.
Todo.
No quería escuchar excusas.
Ni explicaciones.
Ni "lo siento".
Se sentía usado.
Como un escape.
Como un refugio de paso.
Como algo cálido donde Hyunjin durmió mientras su verdadero mundo se reconstruía.
En casa de los Hwang, la noche no era tranquila.
—¡No me hables así! ¡No entiendes lo que siento! —gritó Yeji, lanzando el control remoto contra la pared.
—¡No entiendo porque no me hablas! ¡Porque te aferras a algo que sabes que no funciona! —respondió Hyunjin, con el corazón lleno de cansancio.
—¡Estoy embarazada de ti, Hyunjin! ¡Tu familia al fin me acepta! ¡¿Y tú?! ¿Sigues pensando en él?
Silencio.
Esa última palabra se coló como un golpe certero.
—No respondes porque sabes que sí —dijo ella, llorando, temblando, con las manos en el vientre—. ¡Siempre fue él! ¡Y a mí solo me tuviste porque te obligaron!
Y en medio de la discusión...
Yeji palideció.
—Hyun... —murmuró, llevándose las manos al vientre.
Y colapsó.
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SUMMERTIME SADNESS
FanfictionSeungmin tenía el corazón joven, los sueños intactos y la inocencia aún latiendo fuerte. Hyunjin era fuego envuelto en seda, un alfa mayor, misterioso, prohibido... y casado. ⠀ Se conocieron por accidente. Se desearon sin permiso. Se amaron en la so...
